Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: ¿Populismo, droga o placer?

Zelaya Rosales insiste que “escuadrones de la muerte” de JOH siguen dejando horcones de sangre por doquier. Mantos de impunidad
07.08.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Independiente a que un nutrido grupo de galanes -parientes entre sí o no- rige el país con un raro paso de izquierda, medio mundo anda con el ruido que el pueblo “lo merece” o “no lo merece” con oficiales y rivales corruptos, abusivos, narcos, amantes y solapados, acogidos en lo rebatible, con una jerga que huele a populismo, a droga o a una loca masturbación.

Nadie se sacrifica, pasados ni actuales. Si baja el crudo atizan y explotan sus redes para, según ellos (as), sacar pecho frente a un gentío harto de boberías de tontos alucinados por el sillón.

“Cuando te mueres, no sabes que estás muerto, no sufres por ello, pero es duro para el resto. Lo mismo pasa cuando eres imbécil”, dijo en su tiempo Albert Einstein.

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SALIVA

Con víveres, alquileres y compraventas por las nubes, desempleo, deudas atrasadas, con coronavirus y dengue en alza con hospitales en coma, todos, menos los de abajo, comen los tres tiempos a sus lomos, con burdas mímicas en el Ejecutivo y el Legislativo, tirando pinturas a lucros propios o de grupo, consolando con labia barata y absurda de actores populistas o drogados.

Los del trono, lógico, se aferran a esa inopia general -como el primer día de campaña- ofertándose sanos, con palabreo de que “vamos bien”, claro, al abismo, repartiéndose -como así ocurre entre grandes- los más apetecidos puestos de aquí y de la orgía diplomática, poniendo hijos (as), esposas, camuflados, bolos, corruptos y a la prima a la que siempre se le arrima.

Meros afeites donde sea con pinches estúpidos en sillones, subidos por todo y de la nada en sendos autos, en su mayoría blindados, con chofer, guardaespaldas y gasolina pagados con tu pisto y el mío.

A altos burócratas (del interior) y asesores (extranjeros) con canas en la punta, los alojan, además, en lujosas moradas. ¿De qué se distan de los cachos? No vengan con arengas cursis.

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BRUJOS

JOH, rodeado de adulones, incluidos periodistas influyentes, nos habló de un tal “sisimite” que aterraba más que las pandillas y los narcos, y, “Mel”, respirando, caminando, roncando y hablando como si fuera su añorado Poder Ciudadano, nos dice, agitado en su venganza, que a la Casa de Gobierno le hicieron una “limpia”. Llanamente, está “embrujada”.

Este circo es el pan de cada día de buen mazo de políticos. Embrujan a las mayorías con verborrea inútil que no resuelve los látigos primarios así estén, penosamente, comiendo salteado y viviendo prestado. Nadie está libre de pecado. “Mel” y su gente han medido bien el aceite al “soberano”.

“Por cada galón de gasolina que echas, Xiomara te deposita diez lempiras”, repite Zelaya y, aunque nadie se los halle, su tropa le celebra, lo mira su redentor en medio del duro calvario.Ni siquiera los espíritus del más allá deben reñir al exjefe quien, a título de asesor especialísimo, brinca, inquiere, señala y hace cumplir sus típicos caprichos.

El valor de los carburantes nos golpeó feroz cuatro meses al hilo por mil líos mundiales y la brutal guerra en Ucrania, pero con tres o cuatro bajones es “gracias” al gobierno, a la “refundación” (su masturbación) y no a las variantes del productor. Así el teje y maneje.

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EGO

Se les debe rendir pleitesía en todo, así no tengan la razón ni sea sorpresa, regalo o “bondad” cualquiera de sus actos. Maldito ego de políticos baratos que, sin sufrir ninguna tempestad, andan con discursos añejos, jurando que al consumidor le cae pisto del cielo mientras ellos lo sacan, a lo bandido, de los bolsos estatales para saludar con sombrero ajeno.

Con descaro total, exigen aplausos.En eras frescas se sonó juicio político para JOH y fue circo. Quienes riñeron esa mala jugada -hoy diputados del oficialismo- salieron en listas de corruptos del imperio, cacarearon otro “juicio político” y perdieron el juicio.

“Esto fue un show” (de opositores), dijo sin pena Luis Redondo. ¡Serán beatos! Más de lo mismo, “el delincuente soy yo”.

Los azules clavaron Corte Suprema, al fiscal, crearon y picaron la Maccih y andan libres; los tutores, igual libres, pondrán sus prefectos, a los próximos colonos del “misterio” Público y juran, andando torcidos, que visarán la Cicih.

En pasillos políticos huele a populismo, a droga y a orgía grupal. Así son felices. Hablando de ilusos, un litro de leche cuesta un huevo y la mitad del otro. ¡Ustedes la chupan gratis con mamás aquí y mamás allá!

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