Tegucigalpa, Honduras
Orlando Roque posiciona su arte en varios extremos, desde el que trata sobre la paz, la mujer y los anhelos, hasta el que señala los conflictos del hombre y su afán de destruir el planeta en el que vive. Ambos los trata con la misma disciplina y calidad, porque para él, el arte debe tener un compromiso social.
En 2014 ganó el premio único de escultura en la Bienal de Arte de la UNAH; en 2016, en este mismo concurso, se alzó con el premio único de pintura. En las dos oportunidades participó con obras que se derivan de su serie Cubo Earth, una crítica hacia la destrucción de la naturaleza.
Para hablar de su obra irrumpimos en la soledad y tranquilidad de su estudio, que ve roto su silencio cuando pinta escuchando la música de Pink Floyd, su grupo favorito.
¿Cómo ha ido creciendo el concepto de su obra?
Como vengo de la academia soy dibujante figurativo, pero he ido entendiendo que el arte va evolucionando en todo sentido. Cuando salí de la agencia de publicidad me propuse hacer una proyecto que tuviera contenido y compromiso, y es así que hice Cubo Earth, un proyecto multidisciplinario donde tanto la parte conceptual como técnica tienen peso.
Es una propuesta que no he mostrado mucho, la he expuesto tres veces con buenos resultados. Con obras que parten de este proyecto gané las bienales de escultura del IHCI y de la UNAH. La raíz de todo es la denuncia.
Su trabajo de la bienal de la UNAH está entre lo pictórico y escultórico, ¿cómo hace para mantener el balance?
Puede confundir a las personas que no tienen una experiencia con la escultura y pintura, pero siempre hay un equilibrio, y el peso lo va a dar los materiales. En esta pintura hay mucho volumen, predomina el pigmento, las texturas y el color, y esa textura gruesa y sólida lo vuelve escultórico, pero es la intervención del material lo que le da el carácter de pintura.
¿Qué otros temas le inquietan?
He tratado temas sobre la paz, la mujer, la trascendencia, las personas y el ser humano inmerso en una sociedad contemporánea con muchas inquietudes y anhelos. He tratado temas muy positivos, pero el arte no solo es eso.
Ahora se ha abierto tanto el concepto que esa mezcla de la academia con la abstracción y los posmoderno es algo que está implícito en mi obra, me encanta experimentar mucho, siempre ando indagando sobre temas, sobre los asuntos del ser y las inquietudes del hombre en esta sociedad contemporánea.
¿Cómo define su técnica?
Mi obra tiene varias características, siempre me ha gustado la textura. Antes trabajaba una textura que era más un efecto visual, ahora trabajo la gruesa capa matérica combinada con lámina de oro y espátula, son elementos que identifican mi trabajo; y la parte de la figura humana que desaparece un poco tiene sus propios rasgos y características.
Tanto la pintura en lienzo como la escultura tienen una línea y eso se va adquiriendo en el trabajo que vengo realizando desde hace años.
¿Considera que el consumidor de arte valora el concepto al mismo nivel que la estética de la obra?
El público que consume arte es el que visita museos y galerías, que le gusta y apasiona el arte; hay otro público que lo ve desde otra perspectiva: inversión y belleza.
Si pudiéramos hacer un balance entre uno y otro creo que la mayoría entiende que el arte cambia, que no solo es belleza o denuncia, que el verdadero arte es el que trasciende y causa un efecto en el espectador. La obra debe defenderse sola, ya sea que denuncie o no. Entonces creo que esos criterios de que si gusta o no, porque denuncia o no, el mismo espectador los da, y como artista creo que la obra siempre debe tener un compromiso en todo sentido.
Creo que la intención de una obra de arte debería ser buscar esa sinergia de un arte bello que también haga comprender a través de ese mensaje lo que está pasando, la interpretación que tiene que llevarlo a pensar.
El arte no tiene que ser algo que debe estar digerido, tiene que existir mucha metáfora, mucha idea a través de todo los elementos que uno utiliza para desarrollar su concepto.
¿Qué opina sobre dejar atrás la dignidad del trabajo por pensar más en vender la obra?
Creo que el artista debe ser muy honesto, el éxito, en términos generales consiste en que cada uno haga con honestidad lo que hace, que le apasione.
En el mercado del arte están entendiendo que el asunto de la obra artística no solo es lo bello; si hablamos de vender hay mercado para todo, pero si uno está pensando en que va a hacer una obra para venderla, está mal.
El compromiso del artista es el de llenarse de muchos elementos, contenido y criterio, porque el arte también debe tener un compromiso social; si por ejemplo a mí me han apasionado temas como la belleza y la paz, también me inquieta la problemática social del país y del mundo, por eso surge un proyecto como Cubo Earth, que es una denuncia ecológica.
Si bien es cierto hay que gestionar la venta de la obra, en el trabajo de un artista debe primar y ser fundamental el contenido de su obra y la calidad.
¿Cómo recibe el hecho de haber ganado dos bienales de escultura y pintura?
Estos últimos premios los he disfrutado mucho, me gusta poner en escena mi obra en estos concursos, lo siento como un logro, con esto no quiero decir que ya llegué a un nivel en el que ya no puedo evolucionar, para mí nada más significa conseguir un objetivo y disfruto estos pequeños reconocimientos, porque son pequeños, hay que pensar así para creer en otros más grandes.
Recuerdo que en los 90 hubo dos ediciones de la bienal de la UNAH, y recién egresado de Bellas Artes me fui a pie con mi obra sobre los hombros por toda la Calle Real de Comayagüela, y en esa ocasión me dejaron fuera del concurso; 20 años después lo gané dos veces, entonces todo ese esfuerzo valió la pena. Ahora hay que buscar otros retos, poner la obra en concurso en otros países centroamericanos... son inquietudes.
¿Qué tiene proyectado para 2017 con Cubo Earth?
Este proyecto lo he mostrado poco porque lo he llevado con la calma necesaria, precisamente por todos los argumentos que le he dado, la cuestión conceptual, la técnica, he querido que esté bien.
Creo que lo próximo sería presentarlo a nivel centroamericano, también me interesa hacer otra exposición individual en Honduras.
Que sea una muestra muy digna y que cumpla con todos esos objetivos y metas que me he propuesto, entonces sí tengo que planificarlo bien, y veo que tiene mucho futuro a nivel centroamericano e internacional.