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La hora del desayuno ya pasó, pues el primer alimento en los hogares de tierra adentro se espera antes del amanecer.
En la cocina de la familia Ventura García lo único que hay para comer al mediodía son siete tortillas y unos cuantos tomates.
El núcleo familiar esta integrado por dos adultos y cuatro hijos de entre nueve meses y cinco años.
Los menores al despertar pidieron comida, pero la respuesta, difícil para María Santos Ventura García, su madre, fue “no hay”.
El jefe del hogar, Isidro Ventura, salió desde temprano con la esperanza de enlistarse en las faenas del campo. “Mi esposo si logra trabajo en la tarde traerá 130 lempiras, con eso compraremos maíz y frijoles”, dijo García.
Cerca de las 10:00 de la mañana los niños le solicitaron una vez más algo de comer a María Santos.
La mujer no pudo esperar más y decidió partir en pedazos los tomates para que sus retoños pudieran saciar el hambre.
Por semana es raro que los miembros del hogar coman tres veces al día, cuando hay comida son dos platos de comida los que consumen.
La canasta básica de la familia es apenas de maíz y frijoles, solo en casos especiales como Navidad hay arroz, espaguetis o algún tipo de carne.
El municipio de Nacaome, lugar donde residen los Ventura García, cuenta con una población de 58,470 habitantes, de los cuales 28,562 son hombres y 29,909 son mujeres.
Esta porción de territorio posee el 37 por ciento de la población del departamento de Valle y el 0.68 por ciento del total nacional.
La localidad, aunque cuenta con un porcentaje alto de pobres, revela mejores condiciones que los municipios de Caridad y Aramecina, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
En Caridad residen 661 hogares, de los cuales apenas el 30 por ciento tienen acceso a los servicios básicos, Aramecina cuenta con 1,225 casas, de las cuales apenas el 37.2 por ciento cuentan con los servicios básicos.
Las autoridades del INE han explicado en diferentes momentos que la pérdida de empleos es una de las principales razones por las que cada vez más personas pobres engrosan la categoría de la pobreza extrema en el país.
De los 5.5 millones de personas que se encuentran en condición de pobreza, en el territorio nacional, 1.7 millones de personas viven en pobreza relativa y más de 3.8 millones en pobreza extrema.
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Inseguridad alimentaria
Según el último estudio de la FAO, en este departamento el 26.2 de las familias se encuentran en inseguridad alimentaria.
La calificación que le da la FAO es en base a la escasez de alimentos que registran las familias, como sucede con los Ventura García.
De acuerdo con María Santos, hay días que solo los niños comen. “Los adultos decidimos aguantar, pues uno ya se acostumbró, pero los niños no”, manifestó la señora.
Antes del mediodía, la mamá de María Santos, doña Lidia García Jiménez, le llegó a visitar para pedirle que entre ambas ajustaran el dinero para moler cinco libras de maíz que había logrado cocinar.
Entre ambas mujeres completaron los dos lempiras que les cobrarían en el molino para convertir el maíz en masa para las tortillas.
El número de niños entre ambas familias son ocho, quienes se mostraron alegres ya que habrá al menos tortillas para el mediodía y la cena.
La vivienda donde residen fue armada con ramas secas, a la orilla de una quebrada, que en invierno se convierte en otra amenaza para ambas familias.
La atención en salud y educación al igual es deficiente entre los miembros de estas dos familias. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en un reciente informe reveló que el 30.59 por ciento de los hogares del departamento presentan una incidencia de pobreza multidimensional.
Esta medición surge del análisis de ocho factores como salud, educación, carencia de servicios básicos, alimentación, entre otros.
En el departamento de Valle, según el informe del PNUD sobre el índice de desarrollo humano, la esperanza de vida más alta la mantiene San Lorenzo y la más baja es para San Francisco de Coray.
En cuanto al ingreso per cápita que percibe cada familia también destaca San Lorenzo, con un ingreso promedio familiar de 4,355.21 lempiras mensuales y el más bajo siempre es San Francisco de Coray con 1,920.77 lempiras.
El Índice de Desarrollo Humano (INDH) es el instrumento que ha diseñado el PNUD para medir la situación del desarrollo humano de las regiones, países o territorios dentro de los mismos países.
La última medición reveló que existen significativas brechas en el territorio nacional, al evaluar cada uno de los departamento, en el caso de Valle, aparece en el octavo lugar con un porcentaje de 0.678.
La gobernadora de Valle, Luz Arely Valdez, explicó que la extrema pobreza del departamento se palpa en el municipio de San Francisco de Coray, lugar donde no hay servicios básicos ni fuentes de empleo.
También en el área rural de Langue y la parte alta de Nacaome.
“En estas comunidades es donde el gobierno debería poner atención, con el fin de mejorar las condiciones de vida de estas familias”, manifestó Valdez.
Apoyo
El año pasado a causa de la sequía, el déficit de granos básicos en Caridad fue de 3,317 quintales de maíz y 2,568 quintales de frijoles, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), mientras que en Aramecina fue de 5,549 quintales de frijoles.
La FAO a través del Programa Especial de Seguridad Alimentaria (PESA-FAO) atiende un total de 5,897 familias en situación de extrema pobreza que se encuentran en el denominado corredor seco.
Las familias de los municipios de San Francisco de Coray, Aramecina y Caridad son beneficiadas con el programa PESA.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) también se ha hecho presente en la zona con la Merienda Escolar.
