Honduras

Juan Carlos El Tigre Bonilla: Entre la depuración policial y acusaciones de asesinato

El ex director de la Policía Nacional asumió en mayo de 2012 y a partir de esa fecha puso a disponibilidad a varios oficiales de esta institución, llegando al grado de inculparlo por la muerte del hijo del comisionado general Ricardo Ramírez del Cid

25.02.2016

Tegucigalpa, Honduras
De apariencia robusta, tono de voz intimidante y poco agraciado son algunas características del exdirector de la Policía Nacional, Juan Carlos 'El Tigre' Bonilla Valladares, quien se mantuvo por dos años en el extranjero y se ha visto envuelto en la polémica durante su gestión no solo por poner en condición de disponibilidad a varios uniformados, sino por ser acusado de la muerte del hijo del también exjerarca Ricardo Ramírez del Cid.

El comisionado asumió la Dirección General de la Policía Nacional en mayo de 2012 durante la administración del expresidente Porfirio Lobo Sosa y Pompeyo Bonilla al frente de la Secretaría de Seguridad, en sustitución de Ramírez del Cid que fue suspendido del cargo a pocos días de haberse suscitado el asesinato contra del reconocido periodista y coordinador de noticias de HRN, Alfredo Villatoro.

Desde que inició su gestión, Bonilla Valladares con tono desafiante advirtió a los miembros de la carrera policial que mientras estuviera al frente de la institución se tendrían que remitir a las pruebas y se le encomendó iniciar con el proceso de depuración que a la fecha no evidencia muchos avances.

El Tigre Bonilla (52) se graduó de la sexta promoción de la Academia Nacional de Policía (Anapo), fue uno de los oficiales hondureños egresados de la Escuela de Carabineros de Chile, quien estuvo asignado en el occidente del país, fungiendo como jefe regional de los departamentos fronterizos con Guatemala y El Salvador durante el 2011.

Sospechoso
Un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre derechos humanos estableció en el 2007 que el exjefe policial era sospechoso, aunque nunca acusado de una serie de muertes cuando fue inspector penitenciario, incluso cinco años antes en San Pedro Sula se le inculpó de crímenes contra personas que se dedicaban al secuestro y otros ilícitos.

Aunque se libró una orden de captura en su contra, el agregado policial en la Embajada de Honduras en Colombia al final fue exonerado de todos los cargos que se le imputaron y continuó en ascenso en su trayectoria hasta llegar al máximo cargo dentro de esta institución armada.

En su tiempo, el Tigre Bonilla denunció un complot de parte de varios oficiales y agentes de escala básica que pasaron a condición de disponibilidad estipulada dentro de la Ley Orgánica de la Policía Nacional para iniciar investigaciones en este personal ya sea por irregularidades, no llenaban las expectatias o simplemente porque ya estaban a punto de cumplir con su tiempo de servicio.

Mayor escándalo
El mayor escándalo en la administración de Bonilla Valladares fue cuando Ramírez del Cid lo acusó como principal sospechoso de la muerte de su vástago Óscar Roberto Ramírez (17) que fue acribillado el 17 de febrero de 2013 junto a dos elementos que le brindaban seguridad al interior de un negocio de comidas situado en la colonia Lomas de Toncontín, al sur de la capital.

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El comisionado general reaccionó ante estos señalamientos y dijo que 'no me voy a correr', insistiendo que seguiría en el cargo hasta que el mandatario Lobo Sosa decidiera lo contrario.

En diciembre de ese mismo año se anunció la destitución del Tigre Bonilla y en su lugar nombraron a Ramón Sabillón Pineda.

Bonilla Valladares fue enviado a Colombia como agregado policial y retornó al territorio hondureño este jueves para notificar un permiso que le permita continuar con sus estudios de doctorado en esa nación sudamericana y recibir nuevas instrucciones.