La dolorosa muerte de Jesucristo en el Gólgota cobró vida ayer en las calles de Comayagüela.
Y es que más de 2,000 años han pasado ya desde aquel temible y oscuro día en que el Nazareno fue acusado, torturado y condenado injustamente a morir en la cruz.
Ayer un grupo de 50 jóvenes de la iglesia El Calvario dramatizaron los golpes, las lágrimas, los gritos de dolor y el sufrimiento al que fue sometido Jesús por amor a sus hermanos.
De esta forma los valientes personajes se encarnaron en una ruta de lamentos y de tortuoso camino, pero también en un sendero de esperanza, amor y entrega verdadera.
La esperanza de los jóvenes fue evangelizar a la población de una forma diferente, con la plena convicción de demostrar que hay vida en Cristo después de la muerte.
Camino al sacrificio
El dolor de Jesús de Nazareth, el llanto de su madre, María; la piedad de la Verónica, la mujer que enjugó la sangre y las lágrimas en su rostro, sin faltar los despiadados soldados, iniciaron en el barrio La Granja.
A partir de este lugar las 15 estaciones realizadas por diferente barrios de Comayagüela demostraron a propios y extraños que la historia de dolor del Salvador del Mundo cobra vida en el corazón de la juventud católica que está dispuesta a ser diferente.
Los atributos
El párroco de la iglesia El Calvario, Ricardo Sevilla, consideró que la procesión del Santo Vía Crucis está lejos de ser una simple actuación, ya que el objetivo primordial es transmitir un mensaje real de fe y esperanza.
Es así que el religioso mencionó que cada uno de los personajes que participó en la obra tiene una función directa y una trayectoria de servicio en la iglesia.
En ese sentido explicó que atributos como la sencillez, la humildad y el amor a Dios prevalecen en Mario Juárez, el joven que personificó al Hijo de Dios.
“Nos hemos encargado de que cada uno de los personajes del vía crucis se identifique con el sufrimiento y el dolor del Redentor del Mundo”, manifestó.
El mensaje
Aparte del misterio de Jesús, la recreación del Santo Vía Crucis contiene un mensaje directo tanto para feligreses como para la población en general.
Es así que el sacerdote manifestó que la Iglesia debe recuperar los espacios que le han sido cedidos a la delincuencia.
“Siempre nos preguntamos, ¿por qué tanta delincuencia? Y la respuesta es sencilla: Los seres humanos nos estamos alejando cada día más de Dios”.
“Es importante recordarle a la población que Jesús ya nos rescató de la violencia, la delincuencia, la injusticia y la esclavitud. Hoy, una vez más, está dispuesto a volver a hacerlo”, manifestó.
En ese sentido dijo que el recorrido del vía crucis por barrios y colonias es para que el pueblo recuerde y se acerque más a Dios, al tiempo que invitó a la Iglesia a renovar su fe.
“No podemos cambiar nuestro país si no estamos haciendo buenas obras y la voluntad de Dios”, reiteró.