Los tribunales también le impusieron a Aguirre Flores una multa de cuatro millones de lempiras.
Damaris Aguirre fue sentenciada por el delito de lavado de activos bajo la figura de estricta conformidad enmarcada en el artículo 322 del Código Procesal Penal, que establece que antes de iniciarse la práctica de la prueba, el acusador y la defensa, con la beneplácito del acusado, podrán pedir al tribunal que dicte sentencia aplicando al imputado la pena en ese momento sea solicitada.
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A ella se le vincula en uno de los casos del descalabro financiero del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y se le presume responsable del delito de lavado de activos.
Las investigaciones indican que la encausada, Aguirre Flores, prestó el nombre a su hija Ilsa Vanessa Molina Aguirre, para figurar como propietaria de una vivienda en la residencial Villas las Hadas, cuyo valor sobrepasó los 2.1 millones de lempiras.
Presuntamente, el valor de la vivienda fue cancelado de la cuenta bancaria a nombre de la empresa de maletín Insumedic de la cual Ilsa Vanessa era la gerente general y que fue uno de los canales para saquear al Seguro Social.
Ilsa Vanessa Molina Aguirre, fue condenada en diciembre de 2016 mediante procedimiento abreviado a 12 años con tres meses de reclusión, por el delito de lavado de activos al habérsele comprobado que lavó más de 9 millones de lempiras de fondos provenientes del Instituto Hondureño de Seguridad Social a través de la empresa de maletín Insumos Médicos (Insumedic).
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