Cual ocurre con tunantes de barrio, enamoradores baratos y falsos, la escena política inmediata exhibe a buenos conquistadores pero con vacíos de seriedad y ausentes de propuestas serias. Sus discursos se vertebran sin sustento, ofertas al aire, inmunes al tradicional método científico para verificación (hipótesis, tesis, síntesis) ya que sus arengas partidistas se diluyen, en general, tras palabrerías ausentes y retóricas, abundantes en insultos, denuestos y difamación (¡denígralo, destrózale la consideración social!) que categorizan al rival no como oponente sino como enemigo.
Y de allí que sean imposibles la deliberación y menos el diálogo. La mísera estrategia de cada candidato consiste en herir sin reglas, como contra lobos y perros, ofender y ridiculizar al otro, situación que evita emprender debates de altura, exponer al público elector ideas y contenidos. Peor: educar con filosofía y hondura política. Como en la escuela primaria, o entre chusmas de barrio, imperan el bulling, el chisme y la parodia, si es que no se financia call centers para difundir diarias mentiras.
No hay propuestas y abundan la noticia falsa, la banalidad y la arrogancia. Libre sepultó su promesa de procrear la CICIH y romper los bastiones contractuales de Palmerola, de los peajes y las Zedes, que solución jurídica han de tener. Y si Rixi no gana el congreso en las próximas elecciones se repetirá la torpe borrasca de leyes que hoy acontece. El Liberal perdió la ruta y se sabe bien que fue invadido por egos descomunales y ridículos, santulones fanáticos, corruptos certificados o enfermos sociales. Ramón Rosa, Policarpo Bonilla y Villeda Morales se revuelcan en la tumba vomitando ascos ideológicos. Once mediocres escriben en los medios a su favor, alabándoles lo superfluo y la vanidad.
Y qué del Partido Nacional, incapaz de cambio así como inhábil para asumir culpas y dibujar un mínimo esbozo de plan respetuoso de gobierno. ¿Proseguirá sus obsoletas y traidoras rutas para venta de la república, sucesión presidencial infinita, robo y asalto? Integran sus filas ignorantes gringueros y conservadores, farisaicos hebreístas que alzan la bandera del genocidio de Gaza, más cerebros con cero acción gubernativa pues ignoran qué harán desde el Estado si dios ni quiera triunfan. Con prospectos así estamos jodidos: se hunde Honduras haciendo honor a su nombre sustantivo.
Y peor... Ay de este noble pueblo si elige gobernantes maleducados, vulgares y falsarios, media vuelta o vuelta entera de corrupción. A enemigos de ciencia y cultura, como declaran ciertos de sus líderes amantes de Bad Bunny y Ricky Martin, a los que municipalmente financian en vez de museos, galerías, bibliotecas y ateneos. Ay de este cortés (valiente y violento) pueblo si se autoengaña y vota por anular la democracia, como ocurrió durante la década del narcogobierno, cuando blancas iglesias y empresa privada guardaron silencio ante la maldad. O por diputados sucios que deben, ya, desaparecer de la escena social.
La alternativa es cortante: volvemos al medioevo bipartidista o, demandándole honestidad obligamos a que gobierne una izquierda moderna y con justicia nórdica en este trópico. Cada quien construya su destino