Ciudad del Vaticano.- El reloj marcaba las 9:45 de la mañana (hora de Roma) cuando el mundo se enteró de que el papa Francisco partió a la presencia del Señor, horas después de reaparecer para dar la bendición Urbi et Orbi en el Domingo de Resurreción.
Fue el cardenal Kevin Farrel, Camarlengo de la Cámara Apostólica, el que anunció desde Casa Santa Marta que Francisco, el papa que revolucionó la iglesia Católica, había entregado su alma al divino creador.
Farrel, acompañado del secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y el sustituto de la secretaria de Estado, el venezolano Edgar Peña Parra, y el maestro de ceremonias, Diego Ravelli, anunció que el papa Francisco murió a las 7:35 de la mañana (hora de Roma).
"Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor, debo anunciar la muerte de nuestro santo padre Francisco. A las 7.35 de esta mañana, el obispo de Roma, Francisco, ha vuelto a la casa del padre.
Toda su vida entera ha estado dedicada servicio del Señor y de su Iglesia. Nos ha enseñado a vivir los valores del evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, y en manera particular a favor de los más pobres y marginados".
Con inmensa gratitud por su ejemplo como discípulo del Señor Jesús encomendamos el alma del papa Francisco al infinito amor misericordioso de Dios Uno y trino".
La última aparición pública del papa Francisco fue en el balcón de la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro para la bendición Urbi et Orbi.
El sumo pontífice no había participado en ninguno de los ritos de la Semana Santa por su condición de salud.
Después de la bendición, recorrió la plaza de San Pedro a bordo del papamóvil, a pesar de sus condiciones de salud. Los católicos consideran que ese fue el último adiós de Francisco para la feligresía.
La última reunión que tuvo el papa Francisco fue con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, a quien recibió por unos minutos en Casa Santa Marta para darse un saludo de Pascua.