Ciudad del Vaticano.- Con la muerte del papa Francisco, la Iglesia Católica se prepara para uno de sus ritos más solemnes y reservados: el cónclave, el proceso con el cual se elige al nuevo pontífice del Vaticano.
Del latín "cum clave" (bajo llave), se trata de una reunión en la que los cardenales menores de 80 años se reúnen en la Capilla Sixtina, a puerta estrictamente cerrada, para elegir un sucesor al difunto, y no volverán a la "libertad" hasta completar su misión.
El cónclave se celebra cuando la sede papal queda vacante, lo que ocurre en dos casos. El primero por fallecimiento del Papa, como ocurrió por ejemplo con Juan Pablo II en 2005, o bien por renuncia del Pontífice, como hizo Benedicto XVI en 2013, algo que no ocurría desde 1415.
Durante este encierro, los cardenales tienen prohibido todo contacto con el exterior. Sin teléfonos, ni redes, ni visitas. Solo oración, debate y votación. Esta práctica busca evitar cualquier tipo de influencia externa o presión política durante el proceso.
Cada jornada de cónclave puede incluir hasta cuatro votaciones. Las papeletas, una vez contadas, son quemadas: si no hay resultado, se añade una sustancia química que hace salir humo negro por la chimenea de la Capilla Sixtina; si hay nuevo papa, el humo es blanco.
La "sede vacante" sigue un ritual claramente estipulado en el que "nada se ha de innovar", según obliga el Derecho Canónico. Estas son las claves de una ceremonia centenaria y hermética:
¿Cómo se elige al nuevo papa en el Vaticano?
1. A ROMA: Tras la muerte del papa, la Santa Sede queda en manos del camarlengo, actualmente el estadounidense Kevin Farrell. Lo primero será convocar a Roma a todos los purpurados para las exequias y para organizar la sucesión.
2. PREPARATIVOS: Los cardenales deberán consensuar la fecha del cónclave, que se celebrará antes del vigésimo día de la proclamación de la "sede vacante".
3. AISLAMIENTO: El cónclave se celebra con los cardenales encerrados para animar al acuerdo y evitar interferencias. Esta práctica surgió en el 1270, cuando los habitantes de Viterbo, entonces sede pontificia, hartos de años de indecisión, encerraron a los 'príncipes de la iglesia' hasta elegir sucesor. Funcionó y el designado fue Gregorio X.
Así, en la fecha elegida, se encerrarán en la Capilla Sixtina para debatir el nombre del futuro papa, aunque solo podrán votar o ser elegidos los menores de 80 años.
Esta jornada histórica comenzará con la misa 'Pro eligendo papa' en la basílica de San Pedro y después los electores procesionarán hasta la Sixtina cantando el "Veni creator".
Una vez dentro, ante el Juicio Final de Miguel Ángel, jurarán y luego el maestro ceremoniero echará a los ajenos proclamando "Extra omnes" (fuera todos) y cerrará sus puertas para garantizar la más absoluta privacidad (se usan incluso inhibidores de frecuencia).
4. CARDENALES ELECTORES: Actualmente, los electores son 138 (a fecha de febrero de 2025). La mayoría de Europa (54), seguidos por los asiáticos (24), los sudamericanos (18), norteamericanos (16), africanos (18), centroamericanos (4) y de Oceanía (4). Francisco descentralizó la iglesia con diez consistorios en los que creó purpurados "de las periferias".
5. EL MODO DE VOTACIÓN: Abolidos los modos de aclamación y por compromiso, la elección se hará por escrutinio secreto. Para que sea válida la elección del Romano Pontífice se requieren dos tercios de los votos.
El primer día de encierro se realizará una sola votación y en los días posteriores, en caso de fracasar, dos por la mañana y dos por la tarde.
6. LAS PAPELETAS: El 'scrutinium' contará con tres cardenales encargados de escrutar el proceso y tres de revisarlo. Las papeletas serán rectangulares y en ellas se lee "Eligo in Summum Pontificem", mientras que en la parte inferior habrá un espacio para escribir el nombre del elegido.
Luego, cada purpurado llevará su papeleta hasta la urna y, ante los escrutadores, pronunciará él juramento: "Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien en presencia de Dios, creo que debe ser elegido". Después colocará la papeleta en un plato y con éste la deslizará en la urna.
7. RECUENTO: Una vez que todos han votado se procede al recuento. Los escrutadores leerán en alto cada papeleta mientras otro toma nota y un tercero las perfora con una agua e hilo, uniéndolas en ristra.
8. LAS FUMATAS: Tras cada votación, se quemarán los votos en una estufa instalada para la ocasión en la Capilla Sixtina. El color del humo que salga por la chimenea anunciará al exterior el resultado: si es blanco, significará que se ha alcanzado un acuerdo. Si es negro, el cónclave deberá seguir. En el pasado se usaba leña o paja para intensificar el humo y evitar confusiones, pero ahora se emplean químicos.
9. ¿ACEPTAS?: Una vez un cardenal se imponga al resto, el decano, Giovanni Battista Re (en febrero de 2025), preguntará al elegido: "¿Aceptas tu elección canónica para Sumo Pontífice?". De asentir, le preguntará cómo quiere ser llamado.
10. HABEMUS PAPAM: El nuevo papa soberano es llevado enseguida a la sacristía de la Capilla Sixtina, conocida como la 'sala de las lágrimas', donde habrán preparados tres trajes pontificios de varios tamaños (dado que es imposible saber de antemano quién será el elegido).
El último paso será anunciar la elección al mundo: "Habemus Papam" (tenemos papa) es la fórmula que el protodiácono exclamará desde el balcón de la basílica vaticana. El nuevo pontífice se presentará entonces al mundo e impartirá su primera bendición 'Urbi et orbi'.