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Exhumará restos de padres del abatido líder de Los Zetas

Subprocurador explicó que el estudio de muestras será largo debido a que los padres de Lazca murieron hace varios años y esto hará mas complejas las pruebas.

    18.10.2012

    La fiscalía mexicana informó este miércoles que exhumará los restos de los padres de Heriberto Lazcano Lazcano, alias 'El Lazca', el abatido líder del cártel de Los Zetas, cuyo cadáver fue robado por un comando armado, para corroborar su identidad a través de pruebas de ADN.

    'Ya fueron localizados los lugares donde fueron inhumados los padres, estamos en los trámites precisamente para la obtención de los permisos correspondientes para en su caso (hacer) la exhumación' y obtener el perfil genético, dijo en conferencia el subprocurador José Cuitláhuac Salinas.

    'Lamentablemente no ha sido posible encontrar a las hermanas, que son las directamente vinculadas en esta rama de parentesco', añadió.

    El funcionario explicó que el estudio de muestras será largo debido a que los padres de Lazca murieron hace varios años y esto hará mas complejas las pruebas.

    Los padres del capo fueron enterrados en el estado de Hidalgo, centro de México, donde también nació en 1975 el narcotraficante, acusado por las autoridades de estar detrás de las mayores matanzas registradas en México.

    Según las autoridades, Lazca murió el 7 de octubre en un enfrentamiento con oficiales de la Marina Armada de México en un pequeño poblado de Coahuila (norte), pero su cadáver y el de otro pistolero fueron robados de la funeraria donde los militares los dejaron para que se efectuaran las necropsias.

    Antes de que fueran robados, los militares tomaron fotografías y huellas dactilares como se hace con cualquier criminal abatido, pero no fue sino hasta después de robado su cadáver que se descubrió que se trataba del líder de Los Zetas, que era uno de los más buscados en México y Estados Unidos.

    Lazcano fue acusado de ser el autor intelectual del incendio de un casino en Monterrey (norte) donde 52 personas murieron. También se le adjudicó el asesinato de 72 emigrantes indocumentados en el municipio de San Fernando, Tamaulipas (noreste), en la ruta a la frontera con Estados Unidos, en agosto de 2010.

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