Washington, Estados Unidos.- Tres menores con nacionalidad estadounidense fueron enviados a Honduras junto a sus madres, de nacionalidad hondureña, el pasado viernes 25 de abril.
Lo sucedido ha generado un amplio debate. El gobierno del entonces presidente Donald Trump defendió la decisión de haber “deportado” a los menores, argumentando que fue una solicitud de los propios padres. Sin embargo, un juez ha cuestionado que el proceso se haya realizado de forma adecuada.
“Si te quedas en este país ilegalmente y desobedeces una orden de detención de un juez, y decides tener un hijo ciudadano estadounidense sabiendo que estás aquí sin estatus legal, te estás poniendo en esa posición. Estás poniendo a tu familia en esa posición”, declaró Tom Homan, conocido como el “zar de la frontera” de la Casa Blanca, en entrevista con la periodista de CNN Priscilla Álvarez.
El caso involucra a tres menores: una niña de dos años, otro niño de cuatro años que padece cáncer en estado avanzado, y otro de siete años.
Según Homan, el gobierno mantuvo a los niños con sus madres, quienes fueron deportadas, porque ellas solicitaron que sus hijos los acompañaran. Añadió que si los menores se hubieran quedado en EE UU, el gobierno habría sido duramente criticado por separar a las familias.
“Estamos manteniendo a las familias unidas. Cuando un padre dice: ‘quiero que mi bebé de dos años venga conmigo’, lo hicimos posible. No fueron deportados. No deportamos a ciudadanos estadounidenses. Fueron los padres quienes tomaron esa decisión, no el gobierno de Estados Unidos”, afirmó Homan.
Fijan audiencia
Un juez federal estadounidense argumentó que el tribunal no tiene certeza de si fue realmente decisión de los padres que los menores salieran del país. Por ello, se ha programado una audiencia para el próximo 16 de mayo, relacionada con el caso de una de las menores.
El juez, con sede en Luisiana, expresó su preocupación por la deportación a Honduras de una bebé ciudadana estadounidense de dos años, al sospechar que se realizó sin un proceso formal y posiblemente en contra de la voluntad del padre, quien había presentado una solicitud de emergencia para impedir que la niña fuera enviada al extranjero.
La menor, identificada en documentos judiciales como V.M.L., nació en Luisiana y fue detenida junto a su madre, Jenny Carolina López Villela, durante una cita en una oficina de migración en Nueva Orleans, el 22 de abril, según consta en el expediente judicial.