Washington, EEUU
El jefe de Policía de la ciudad estadounidense de Cleveland defendió la conducta del agente que disparó y mató a un niño negro de 12 años, Tamir Rice, quien tenía una pistola de juguete.
Dos policías dispararon contra el menor en una zona de juegos al aire libre en Cleveland tras recibir denuncias telefónicas de que una persona armada con una pistola estaba apuntando a los transeúntes, según un comunicado de la división de la Policía de la ciudad encargada de investigar el uso de la fuerza letal.
Según una grabación telefónica, la persona que llamó a la Policía dijo que el arma era “probablemente falsa”.
“No estamos en una época en la que un oficial de la Policía de Cleveland quiera salir a pegarle un tiro a un niño. Y punto”, dijo el jefe de Policía de Cleveland, Calvin Williams.
Afirmó que el oficial, cuyo nombre y grupo racial no reveló, estaba “deshecho por esto” y se mostró comprensivo con el hecho de que el policía “tenía que protegerse a sí mismo” ante lo que parecía ser un arma genuina.
El jefe policial agregó que “la investigación -la evidencia filmada, todas las pruebas científicas- mostrarán a todos exactamente lo que ocurrió”, agregó.
Los dos agentes, uno de ellos con menos de un año de experiencia como policía y otro con diez años, fueron suspendidos provisionalmente a la espera de los resultados de la investigación. Williams instó a los padres de familia a educar a los jóvenes sobre los peligros de las armas, incluyendo las pistolas de perdigones como la que llevaba Rice.
“Nuestros niños necesitan saber que las armas no son juguetes”, dijo.
Al visitar el lugar donde fue disparado su hijo, el padre, Gregory Henderson, se preguntó por qué la policía no usó un arma eléctrica en lugar de la fuerza letal.