No solo se trató de una fiesta popular para celebrar el Día Nacional de Francia, sino también de reafirmar los lazos de amistad con el pueblo catracho.
Ayer la plaza Central se convirtió en el escenario para festejar el 223 aniversario de la Revolución Francesa que tuvo lugar en 1789.
A partir de las 11:00 de la mañana, este sitio emblemático se vistió de fiesta y diversión, y centenares de familias capitalinas, visitantes y la comunidad internacional llegaron para compartir.
El evento inició con el tradicional “baile popular”, conocido también como la famosa batukada, que recorrió el Paseo Liquidámbar a ritmo de la música de percusión y títeres, pero también de los aplausos de los presentes.
“Este es un baile que se lleva a cabo cada año en Francia durante las festividades de verano con motivo de la Fiesta Nacional, es la ocasión de encontrarse entre amigos, familia, y queremos que así se sienta aquí en Tegucigalpa”, declaró Sabine Balas, encargada de Cultura y de Cooperación de la Embajada de Francia.
En este ambiente no podía faltar la participación artística y una de la presentaciones que llamaron la atención fue la obra teatral “El Principito”.
Asimismo, hubo exposición de la más variada gastronomía francesa, con suculentos platillos, bebidas y postres.
La artesanía hondureña fue otro de los elementos de este evento que se ha vuelto una tradición para los capitalinos a partir de 2007. Para los amantes de la literatura se ofrecieron las más variadas obras nacionales, extranjeras y, desde luego, francesas.
La celebración del Día Nacional de Francia y de la amistad franco-hondureña es patrocinada por las autoridades locales y empresas, entre ellas EL HERALDO, como parte de su responsabilidad social.