¡Bendito sea el que viene en nombre del Señor! ¡Hossana! Mañana, con la conmemoración de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, los capitalinos le darán la bienvenida a la Semana Santa.
Desde el mediodía de ayer los vendedores de los municipios aledaños a la capital invadieron con las verdes, frescas y recién cortadas palmas de olivo el atrio de la catedral San Miguel Arcángel para que los feligreses adquieran este signo.
Las afueras de la iglesia Medalla Milagrosa, del barrio San Felipe; San Martín de Porres, en el bulevar Suyapa, y en la San Juan Bautista de la Kennedy, entre muchos templos más, se convirtieron en plazas de distribución de los ramos.
Por cinco y diez lempiras, los capitalinos pudieron adquirir con horas de anticipación su tradicional palma de olivo.
Unos 60 mil cristianos católicos de la capital las llevarán mañana a sus parroquias para bendecirlas y celebrar la fiesta del Domingo de Ramos, estima la Iglesia Católica.
Y es que en el tiempo donde la tradición, la solemnidad, la devoción y el fervor religioso van unidos dan paso a la celebración más importante para los católicos.
Para el canciller de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, CarloMagno Núñez, el Domingo de Ramos es el gran pórtico de la semana mayor. “Nosotros los cristianos celebramos el domingo como el Día del Señor y el Domingo de Ramos es el día de la victoria, del triunfo de la muerte que pasa servida en Cristo Jesús”, explicó Núñez.
Solemne procesión
Este domingo los capitalinos aclamarán con devoción al Hijo de David.
A las 7:00 de la mañana de la Iglesia El Calvario, ubicada en el barrio Abajo, después de la celebración de la Eucaristía saldrá la solemne Procesión de Ramos, con destino a la Plaza Central.
La imagen colonial del Señor del Triunfo, que muestra a Jesús muy elegante, adornado en su anda procesional, recorrerá las calles del centro histórico, acompañado de música de banda.
A su paso se sumarán cientos de feligreses que llevarán sus palmas de olivo y le expresarán vítores: ¡Bendito el Hijo de David! ¡Hosana!
“A la celebración la llamamos Domingo de Ramos, porque el pueblo de Jerusalén aclamó al Señor con palmas, con ramos de olivo. Y este es un domingo que marca la victoria, el triunfo y reinado de Jesús”, manifestó el padre Víctor Ruíz, sacerdote del santuario de Suyapa.
A las 8:00 de la mañana, en la plaza central, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez hará la bendición de las palmas.
Debido a la presencia de cientos de feligreses, la misa se realizará en las afueras de la plaza, ya que la Catedral resultará insuficiente.
Ese día se compartirá la lectura bíblica basada en el evangelio según San Marcos, que relatará la Pasión del Señor, leída a varias voces.
El domingo, para darle realce a la procesión de Ramos, frente al Palacio Municipal se confeccionará una alfombra de aserrín, la que llevará un mensaje especial de unidad y reflexión.
Venta de palmas
Tierra adentro, en pintorescos rincones catrachos y fértiles suelos tropicales son cultivadas las palmas de olivo, perteneciente a la familia de la palma africana.
Muchas familias de escasos recursos económicos que habitan en los municipios de Alubarén y Reitoca, en el sur de Francisco Morazán, y Limones, en el departamento de Olancho, obtienen de la planta de olivo, su sustento.
Algunos de los productores llevan más de 30 años desarrollando el arte de trabajar con la hoja de olivo, un proceso delicado que requiere de manos expertas que construyen desde hace años la fe de miles de católicos.
Empero, según las autoridades eclesiásticas, estos ramos en ningún momento deben verse como amuletos, sino que deben recordar a cada cristiano católico el triunfo de Jesucristo y que es Rey.