Hondureños en el Mundo

Parlamento canadiense endurece leyes migratorias

Entre las principales medidas están que un refugiado deberá retornar a su país cuando Canadá considere que es seguro el regreso. Inmigración canadiense tiene potestad de revocar una residencia cuando juzgue que la persona ya no cumple los criterios para permanecer en Canadá.

FOTOGALERÍA
10.07.2012

Aunque parezca contradictorio, este país por un lado necesita miles de ciudadanos extranjeros para seguir desarrollando su economía, pero por otro pareciera que impone ciertas trabas para evitar que eso suceda.

Esta nación aprobó recientemente un proyecto de ley que hace varios cambios en la política migratoria.

Ese programa, denominado Ley C-31 o Bill C-31, para Francisco Gómez, escritor para el diario en español La Jornada, de la comunidad de Londres, Ontario, “genera un estado de incertidumbre y zozobra tanto para quienes están en procesos de refugio como para aquellas personas que llevan años establecidas en el país”.

Sin embargo, para otros esta nación simplemente intenta enmendar ciertas lagunas de la ley anterior que permitió ciertos abusos de algunos más refugiados que usaron el sistema para llevarse incluso a primos en segundo y tercer grado de consanguinidad.

Lo cierto es que el gobierno canadiense enfrenta un reto enorme, pues la realidad de este país no le permite darse el lujo de tratar mal a quienes de una forma u otra son el futuro, pero tampoco quiere tener una migración irregular que le traiga más perjuicios que beneficios.

Canadá es una nación que requiere cerca de 400,000 nuevos inmigrantes cada año para mantenerse en el nivel de crecimiento económico de los últimos años.

Sin embargo, cada año impone medidas más rígidas para ingresar a su territorio, tanto así que el porcentaje de peticiones de refugio denegadas ha venido en ascenso en los últimos años, lo que evidencia de cierta forma algún grado de contradicciones en el manejo de esa política.

Por ejemplo, en el año 2000 unas 13,996 aplicaciones de refugio fueron aceptadas, representando el 48 por ciento de todas las peticiones hechas en ese período, mientras que en 2008 se aceptaron 7,631 aplicaciones, lo que representó el 42 por ciento del total, según los datos que publica en su sitio web el Consejo Canadiense para los refugiados.

Esos datos demuestran que las disminuciones de peticiones de refugios (uno de los mecanismos por excelencia para alcanzar una legalización en Canadá) no solo son en términos porcentuales, sino también en términos absolutos, pues hay una diferencia de 6,000 aplicaciones menos que fueron aceptadas.

La visión de los catrachos

La situación migratoria de Canadá no tiene ninguna comparación con la de Estados Unidos, pero a pesar de eso impulsan leyes que de cierta forma generan temor entre los inmigrantes.

Para el caso, destacan los datos que ofrece la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su informe World Population Policies, en el que afirma que Estados Unidos tiene cerca de 38 millones de inmigrantes, mientras que Canadá tiene seis millones.

En Canadá la mayoría de los inmigrantes poseen papeles y a quienes se les niega su estadía permanente son deportados.

Entre tanto, en Estados Unidos se estima que cerca de 20 millones, de los 38 que hay según la ONU, permanecen de manera indocumentada en ese país.

Pero a pesar de esas diferencias abismales entre uno y otro país, las poblaciones inmigrantes se sienten amenazadas por la creación de nuevas leyes.

Aunque cabe hacer la aclaración que en Canadá muy raras ocasiones se hacen redadas en contra de inmigrantes, contrario a lo que ocurre en Estados Unidos.

Leslie Alvarenga, presidenta de la Organización de Hondureños en Ottawa, que existe desde hace ocho años, dice que sí se están endureciendo las normas para regular el ingreso y estadía en Canadá.

“Nosotros hemos trabajado con la Embajada de Honduras, cooperamos cuando hacemos proyectos juntos, que incluyen todo tipo de proyectos”, dijo.

Alvarenga mencionó que “por ejemplo, anteriormente los mexicanos tenían acceso libre a ese país, pero desde hace poco se les exige un visado”.

“Ahorita las reglas van a ser más fuertes, van a cambiar las reglas para los refugiados”.

Sin embargo, consideró que puede ser más fácil para los que deseen ingresar de manera documentada, aunque sobre ese extremo no hay nada concreto.

Consultada sobre las implicaciones de que un migrante esté indocumentado en Canadá, dijo que “hasta el momento en este país no ha habido ese gran problema, pero sí ya se empieza a ver un poco, y la implicación directa es que simplemente lo mandan de regreso”.

Se le consultó sobre la nacionalidad de las personas que han aumentado este fenómeno y respondió que “principalmente los latinos”.

Algunos cambios

La mayoría de los indocumentados que ingresan a Canadá lo hacen por Estados Unidos y solicitan refugio.

Esa ha sido la normativa común de todos los latinos sobre todo para optar a una residencia y posteriormente a una ciudadanía canadiense.

“Pero todo ese sistema lo están cambiando... ahorita está en el Congreso este tema porque van a cambiar desde los países que pueden aplicar al refugio hasta el número de personas que puede traer un beneficiario del refugio”, dijo Alvarenga.

Para esta hondureña, el endurecimiento de las leyes es en ciertas formas que el gobierno canadiense ha visto que ciertos grupos han abusado de la figura del refugio.

“Los cambios son muchos, estamos tratando de entenderlos y todavía están en discusión en el gobierno”, respondió cuando se le pidió más detalles de las reformas.

Actualmente en Canadá gobiernan los conservadores y los liberales, y el nuevo partido democrático está en la oposición, que son la minoría.

Como efecto de las nuevas reformas migratorias la región de Quebec, de las que más inmigrantes recibe cada año, determinó imponer límites en las solicitudes de visados y estadías legales.

Para muchos eso se podría interpretar como un cierre parcial de las puertas de Quebec.

Aunque estas son medidas diametralmente opuestas a las que se impone Estados Unidos para frenar la migración, se podría decir que surten un efecto más devastador para la comunidad extranjera que las que hay en Estados Unidos.

La ministra de inmigración de Quebec, Kathleen Weil, tomó una decisión que puede tener enormes repercusiones para muchos aspirantes a esta provincia: la inmigración a Quebec se limitará a solamente unas cuantas profesiones, o personas que ya hayan estudiado un diploma o trabajado un año en la provincia.

Eso es un considerado como un “duro golpe” a miles de inmigrantes que con grandes esfuerzos han dedicado tiempo par estudiar, obtener diplomas en menos de un año y llenar otros requisitos para su residencia, lo que prácticamente ya no les servirá de nada.

Una de las nuevas medidas adoptadas en esta provincia es que debían enviar exámenes de idiomas, lo que no había sido obligatorio durante años.

Los límites

El ministerio de Inmigración informó que habrá un límite de 14,300 solicitudes de inmigración entre el 21 de marzo 2012 y el 31 de marzo 2013 para: Personas cuya carrera da 6 puntos en la tabla de puntos de Quebec.

Personas que hayan obtenido un diploma de Quebec de duración mínima de un año.

El programa de inmigración se cerrará para personas que no encajan en una de las categorías arriba mencionadas.

En la categoría de inversionistas habrá un límite de 2,700 aplicaciones.

En la categoría de los empresarios y trabajadores autónomos habrá un máximo de 215 profesiones.

Sigue siendo el programa más abierto de Canadá, pero igual acaba de ser un limitante para algunas personas.

De momento las autoridades hondureñas en Canadá realizan un inventario de todos los hondureños que están siendo afectados por estas medidas en Quebec.

Evidentemente los que no cumplan con estos requisitos recibirán una negativa de esta provincia y serán deportados.

Una de las salidas que podrían tener miles de inmigrantes es moverse a otra región de Canadá.

Tags: