Bajo estrictas medidas de seguridad y en un helicóptero fue trasladado a la capital un recluso del centro penal de Danlí, El Paraíso, quien es supuesta pieza clave para esclarecer el secuestro y asesinato del periodista Ángel Alfredo Villatoro Rivera, según informaron las autoridades.
Otro presunto implicado en el delito, también privado de libertad en la misma cárcel, fue movilizado por tierra en una patrulla policial para seguirle un proceso investigativo.
Mientras tanto, otros equipos de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI) siguen tras la pista de otros sospechosos con el fin de esclarecer el repudiable crimen.
Uno de los presidiarios responde al nombre de Juan Ramón Fonseca, de 25 años, a quien la Policía sindica como el encargado de negociar el rescate con familiares de Villatoro Rivera, de acuerdo a lo revelado por la Policía.
El otro fue identificado como Miguel Ángel Álvarez, de 34 años, considerado por la Policía como pieza clave para dar con los asesinos del comunicador social.
Ambos fueron trasladados a las instalaciones de la DNSEI para continuar con las diligencias investigativas y establecer su participación en el acto delictivo.
Villatoro Rivera fue secuestrado por varios malhechores el miércoles 9 del presente mes cuando se dirigía de su residencia a su centro de trabajo.
Equipos del Grupo Especial Antisecuestros (Geas) iniciaron las investigaciones orientadas a lograr su liberación, lo que resultó infructuoso.
Villatoro Rivera fue asesinado por los plagiario el martes alrededor de las 7:00 de la noche en un lugar solitario de la Residencial Las Uvas, donde unidades de inteligencia policial iniciaron las investigaciones con el fin de esclarecer el crimen.
Identifican a sospechosos
El mediodía de ayer se dio a conocer el nombre de Miguel Ángel Álvarez como el principal sospechoso de formar parte de la banda de secuestradores que podría ayudar a dar con los autores materiales del asesinato.
El recluso fue trasladado a la capital en un helicóptero de la Policía Nacional que aterrizó en la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), donde fue interrogado durante varios minutos por fiscales del Ministerio Público y agentes de investigación.
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Héctor Iván Mejía Velásquez, dijo que “consideramos nosotros que con el control de ese individuo la situación de la muerte de don Alfredo Villatoro en las próximas horas ya tendría claridad de quiénes son las personas que están tras este hecho”.
Agregó que los trabajos que han hecho los investigadores, tanto de la Policía Nacional como de la Fiscalía del Ministerio Público, “hacen concluir que este ciudadano tiene una fuerte participación en el hecho”.
Prosiguió que “hasta el momento los indicios que tenemos indican una fuerte participación de este ciudadano en la situación que estamos investigando”.
“La importancia que tiene esta persona para el esclarecimiento del caso -dijo- andamos hablando de un promedio de un 70 por ciento”.
Mejía Velásquez evadió una serie de consultas que le hicieron los periodistas en torno a la participación de Álvarez en este delito, ya que trató de manejar el caso con hermetismo.
Álvarez fue ingresado a las instalaciones de la unidad policial en un vehículo de la Dirección Nacional de Servicios Especiales Preventivos (DNSEP) bajo estrictas medidas de seguridad.
Presunto negociador
Sorpresivamente, la Policía dio a conocer la participación de Juan Ramón Fonseca, supuesto negociador del rescate en el secuestro del periodista Alfredo Villatoro, ya que él no había sido mencionado en el delito.
El sospechoso era trasladado en una patrulla de la Policía Nacional, pero se realizó el transbordo al vehículo especial de la DNSEI en la salida a Danlí.
En el caso de Álvarez, una fuente de entero crédito confió que se tiene conocimiento de que él llamó por teléfono para pedir una recarga, lo que está sujeto a una fuerte investigación.
Después de permanecer varios minutos en la DNSEI, Álvarez y Fonseca fueron sacados con uniformes color anaranjado y trasladados a la cárcel de máxima seguridad de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto.
Los dos detenidos se declararon inocentes de lo que se les acusa, porque no tuvieron participación en el secuestro, según su versión.
Otro elemento que sigue siendo parte de las investigaciones es la camioneta marca Toyota, color gris, sin placas, que le decomisaron al subinspector de policía Gerson Basilio Godoy, quien fue requerido el día del secuestro en el anillo periférico, pero que en horas de la noche fue dejado en libertad por no hallarle indicios.
Nuevamente, el automotor fue inspeccionado ayer por técnicos de la Fiscalía en busca de evidencias que, supuestamente, lo puedan vincular en el secuestro, según reveló una fuente.
El cadáver de Villatoro
fue encontrado anoche en la residencial Las Uvas, al sureste de la capital hondureña.
Al final de una reunión con el Consejo de Seguridad y Defensa, el presidente Porfirio Lobo anunció una recompensa de hasta tres millones
de lempiras por información que permita la captura de los autores intelectuales y materiales del crimen.