Tegucigalpa, Honduras.- Honduras continúa enfrentando serios desafíos en materia migratoria. Así lo confirman los datos más recientes del Observatorio de Migraciones Internacionales en Honduras (OMIH), entidad adscrita a la Facultad de Ciencias Sociales, que publicó las estadísticas del primer bimestre de 2025.
Según el informe, entre enero y febrero se contabilizaron 7, 234 hondureños retornados debido a las nuevas políticas migratorias en Estados Unidos y un aumento de operativos de detención.
Los datos revelan que la mayoría de las personas retornadas son adultos (80%), mientras que los menores de edad representan una cifra preocupante.
Un 8% corresponde a niños menores de 10 años y un 12% a jóvenes de entre 11 y 21 años. Incluso, se reporta que un 1% de los retornados son adultos mayores.
Esta distribución etaria deja en evidencia que, si bien los adultos siguen siendo mayoría, la migración infantil y juvenil continúa en aumento.
El grupo de mujeres representa un 15 % del total de personas retornadas, pero ese porcentaje es superado por la proporción de niñas, niños y adolescentes, que alcanza el 20%.
En cuanto al origen de los retornos, Guatemala encabeza la lista con un 46 % de los casos.
Le sigue Estados Unidos, que representa el 38 % del total, una cifra que creció desde el 20 de enero de este año, fecha en que comenzaron a aplicarse nuevas restricciones migratorias bajo la administración del presidente Donald Trump.
México completa el panorama con un 16% de los retornos, un porcentaje que, en comparación con años anteriores, disminuyó debido al incremento de solicitudes de asilo por parte de hondureños en ese país.
Otros países como Gabón, Guadalupe y los Estados Federados de Micronesia también registraron casos de migrantes retornados, aunque en números muy reducidos: 17, 10 y 2 personas.
El perfil de las personas retornadas también se desglosa por género y edad. De los más de siete mil retornados, 7,067 son hombres y 1,451 mujeres.
Entre ellos, se reportan 1,172 niños y 711 niñas. Estas cifras refuerzan la urgencia de diseñar políticas que atiendan las necesidades de la infancia migrante, en especial cuando viajan sin compañía o en condiciones de alta vulnerabilidad.
Respecto a las razones del retorno, la mayoría fueron deportaciones (6,032 casos), seguidas por personas clasificadas como retornadas (3,937).
Además, 422 personas regresaron de forma voluntaria, mientras que otros casos fueron registrados bajo motivos menos frecuentes como residencia (9 personas) y hasta un caso documentado por motivos deportivos.
Los departamentos de origen también muestran tendencias claras. Cortés lidera la lista con 1,499 personas retornadas, seguido por Francisco Morazán con 1,096 y Yoro con 681. Olancho 549, Atlántida 481 y Comayagua con 465 también figuran entre las zonas más afectadas.
Sin embargo, si el enfoque va en el retorno de niñas, niños y adolescentes, los porcentajes más altos se encuentran en Islas de la Bahía y Gracias a Dios, seguidos de cerca por Intibucá y Francisco Morazán. En promedio, tres de cada diez personas retornadas en estas regiones son menores de edad.
El término “hondureño retornado” hace referencia a cualquier persona originaria de Honduras que ha regresado al país luego de haber migrado, sin importar si su salida fue regular o irregular.
Muchos de los migran lo hacen con la esperanza de encontrar mejores oportunidades económicas, huir de la violencia, reunirse con familiares o simplemente buscar una vida más digna.
El retorno puede ser voluntario, cuando la persona decide regresar por cuenta propia, o forzado, cuando las autoridades migratorias del país de destino la deportan por no cumplir con los requisitos legales.