Tegucigalpa, Honduras.- La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) repudió este martes la "nueva ofensiva de las Fuerzas Armadas de Honduras contra periodistas y medios de comunicación independientes".
El organismo internacional lamentó que las Fuerzas Armadas utilizaran su medio de comunicación para tildar a destacados periodistas como “sicarios de la verdad”, lo que, según la SIP, "constituye un grave atentado contra la libertad de prensa y un intento inaceptable de intimidar al periodismo crítico".
El medio al que hace referencia la SIP ataca directamente al comunicador Rodrigo Wong Arévalo, director del programa Abriendo Brecha y propietario de Canal 10; a Dagoberto Rodríguez, director de Radio Cadena Voces y reciente ganador del Premio Álvaro Contreras 2025; y a Juan Carlos Sierra, presidente del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH).
La publicación acusa a los periodistas de ser enemigos del Estado sin presentar evidencia alguna, en una clara campaña de desprestigio, intimidación y criminalización del ejercicio periodístico.
"Este ataque se produce tras las críticas expresadas por Dagoberto Rodríguez durante la ceremonia de entrega del Premio Álvaro Contreras, donde denunció irregularidades en la actuación de las Fuerzas Armadas durante las elecciones primarias e internas del 9 de marzo. Entre las irregularidades señaladas se encuentra la entrega tardía de maletas con material electoral en centros de votación de Tegucigalpa y San Pedro Sula, responsabilidad que recae en las Fuerzas Armadas", señala la SIP.
El Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) condenó enérgicamente esta publicación, calificándola de inadmisible e inconstitucional, y responsabilizó directamente al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Roosevelt Hernández, y a la ministra de Defensa, Rixi Moncada, por cualquier atentado, hostigamiento o daño que puedan sufrir los periodistas mencionados.
El presidente de la SIP, José Roberto Dutriz, CEO y director de La Prensa Gráfica de El Salvador, afirmó que “el acoso judicial y la estigmatización pública se han convertido en armas sistemáticas para intentar silenciar al periodismo, especialmente cuando se exponen actos de corrupción y abuso de poder”.
Por su parte, Martha Ramos, directora editorial de la Organización Editorial Mexicana (OEM) y presidenta de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, indicó que “no se trata solo de un agravio a tres periodistas, sino de un mensaje peligroso para toda la prensa crítica del país. Cuando las Fuerzas Armadas utilizan su aparato de comunicación para amedrentar, están sobrepasando los límites que deben respetar en una democracia, y ese tipo de conducta no puede normalizarse”.
En febrero pasado, en una embestida sin precedentes contra la libertad de prensa, el alto mando militar impulsó acciones judiciales con el fin de forzar a 12 medios a revelar sus fuentes, lo que fue calificado por la SIP como una violación a principios fundamentales del periodismo y a los derechos constitucionales e internacionales que protegen la confidencialidad de la información.
La SIP es una organización sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas. Está conformada por más de 1,300 medios del hemisferio occidental y tiene su sede en Miami, Florida, Estados Unidos.
