Honduras

Pobreza e inseguridad, la otra cara de la periferia de Comayagua

Más de 30 mil comayagüenses viven en esta franja de pobreza. Los barrios y colonias necesitan pavimetación de calles, mejorar el servicio del tren de aseo y mayor seguridad para combatir la delincuencia

12.08.2018

COMAYAGUA, HONDURAS.- Transitar por las polvorientas calles que conducen a los barrios y colonias de la periferia de la ciudad colonial permite ver la pobreza en que viven miles de familias y que la inseguridad tiene su territorio definido.

La mayoría de las familias que residen en la periferia laboran en zonas agrícolas donde ganan entre 150 y 200 lempiras diarios. Sin embargo, los empleos son temporales.

Sectores como Fiallos, Valladolid, 1 de Mayo, 21 de Abril, Milagro de Dios, Pinto, Iván Bentancourth, 25 de Mayo, 25 de Noviembre, 9 de Octubre, Fuerzas Armadas, Barrio Lourdes y La Independencia conforman gran parte del cinturón de extrema pobreza que existe en Comayagua.

En estos sectores hay más de 30,000 habitantes con muy bajas esperanzas de vida.

“La pobreza que estamos viviendo es horrible, el dinero no ajusta y lo poco que cae a nuestra bolsa apenas alcanza para comprar frijolitos y tortillas”, confirmó Nicolás Hernández, poblador la colonia Valladolid.

Tremenda inseguridad
Pobladores del sector de Las Colinas, que colinda con las colonias Fiallos y Valladolid, demandan alumbrado eléctrico ya que muchos tramos de calle están a oscuras y son el escondite para que los delincuentes hagan sus fechorías.

“A las 6:00 de la tarde nadie anda en la calle por miedo porque muchas de las cuadras no tienen luz y es donde los delincuentes aprovechan para asaltar. Pedimos que nos alumbren esas calles, quizá así dejan de robar”, reclamó Delicia Padilla, pobladora.

En la periferia hay alrededor de 15 barrios y colonias considerados inseguros donde hasta el transporte del taxi se niega a brindar el servicio después de las 6:00 de la tarde.

Las patrullas policiales se observan de manera periódica, pero casi siempre los delincuentes logran burlar la vigilancia.

Otro de los problemas que padecen es la contaminación por botaderos de basura, ya que el servicio del tren de aseo no logra ingresar a todos los rincones y las personas se ven obligadas a quemar los desechos sólidos.

Cada año la alcaldía trata de ejecutar proyectos como pavimentación, pero es difícil para muchos habitantes aportar dinero por su situación económica. A pesar de la triste realidad, los patronatos realizan gestiones para conseguir pequeños proyectos que lleven beneficios.

Las autoridades locales aseturan que en el presupuesto se incluyen algunas obras, sin embargo, es evidente que no son suficientes para cambiar la realidad en la periferia.