Tegucigalpa, Honduras.- Unos 70,000 hondureños han quedado este lunes en vilo al perder su estatus migratorio al ser cancelado el Estatus de Protección Temporal (TPS) por la administración de Donald Trump. La medida, que solo otorga 60 días más de protección, deja a los compatriotas a las puertas de la deportación masiva.
La medida obedece a la voluntad de Trump que desde que asumió el cargo en enero pasado ha rescindido el TPS para unos 600,000 inmigrantes de siete países, convirtiendo en indocumentadas a personas que huyeron de crisis políticas y desastres naturales, a pesar de que cumplieron con todos los protocolos y requisitos legales, de acuerdo a la organización New York Immigration Coalition.
Además de los 72,000 hondureños, la decisión de cancelar el TPS ha tomado por sorpresa a 4,000 nicaragüenses, según el Registro Federal, quienes ahora disponen hasta el 6 de septiembre para buscar una alternativa a la de ser deportados.
La cancelación se revela menos de dos semanas después de que la Administración de Trump anunció el fin del TPS para cerca de 521,000 haitianos, aunque de momento la decisión de un juez federal frenó su deportación la semana pasada. Mientras que meses atrás, la Corte Suprema autorizó en mayo al presidente Trump terminar con esta protección migratoria para 350,000 venezolanos.
Trump intentó eliminar este estatus desde su primer mandato para migrantes de países como El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua, Nepal y Sudán, por lo que, tras estas medidas, otras comunidades podrían sumarse a la lista.
De momento estos son los países a los que se les ha cancelado el TPS en los últimos meses: Camerún, Afganistán, Nepal, Venezuela, Haití, Nicaragua y Honduras.
¿Qué ha pasado con los migrantes que se quedan sin TPS?
Ante esta situación, y pese al ambiente de incertidumbre, las organizaciones de hondureños ya se preparan para acudir a los tribunales, como ocurrió años atrás, cuando el TPS fue cancelado, pero una orden de un juez frenó la medida.
"Vamos a hacer lo que se hizo en 2018. No queríamos llegar a instancias, pero se están preparando ya demandas", anunció Juan Flores, representantes de la organización 15 de septiembre.
Para Flores, el programa "Hermanos, vuelvan a casa", una reciente iniciativa del gobierno hondureño que ofrece bonos y asistencia básica a los migrantes deportados sin abordar causas estructurales como la violencia, el desempleo y la corrupción que obligaron a muchos a huir, ha enviado "un mensaje erróneo a la comunidad internacional de que Honduras ya es segura".
Pero, ¿Qué pasa con la gente cuando se termina el TPS? Para el caso, la orden del gobierno estadounidense sobre los haitianos desestabilizaría más de medio millón de vidas que tienen un importante impacto en la sociedad estadounidense.
"Estas son las manos que los curan, los alimentan, educan a sus hijos y sirven a sus comunidades. Revocar el TPS haitiano no es una política, es un sabotaje humano y económico. No se puede llamar a las personas esenciales cuando les beneficia y luego desecharlas cuando no", sostuvo un representante haitiano, afectado por la cancelación del TPS. Son cerca de 521,000 ciudadanos de ese país estaban protegidos por el amparo. El estado de Florida tiene el mayor número de haitianos en Estados Unidos, mientras la segunda mayor concentración está en Massachusetts, con más de 80,000.
En el caso de los hondureños y nicaragüenses, esta nueva cancelación obligará a miles de inmigrantes neoyorquinos a quedar en un limbo legal y en situación de riesgo. "Seguiré luchando contra este otro ataque cruel contra nuestras comunidades inmigrantes", señaló Letitia James, fiscal general de Nueva York, donde residen miles de hondureños y nicaragüenses.
El fin del TPS afectaría en particular a migrantes de Florida, donde vive uno de cada tres de los más de 1 millón de los beneficiarios de Estados Unidos, según un reporte del Congreso.
La pérdida del estatus legal afectará a un aproximado de 72.000 hondureños y 4.000 nicaragüenses, según las estimaciones del Gobierno de Estados Unidos.