Cuál sería su reacción si del camión en que llevan el flete de materiales de construcción que pidió se bajan dos damas para entregárselo?
Quizás para usted sería una situación inusual, pero para los vecinos de la colonias La Sosa, San Miguel y Agua Blanca esto es algo normal y cotidiano.
En el cordón comercial de la calle principal de la colonia San Miguel, entre las diferentes ferreterías, ver
a Heidy Patricia y Evelin Johana Uclés realizando esta ardua labor es normal.
Las hermanas son las únicas damas que se dedican a la realización de fletes en la zona y se cotizan entre los mejores por su responsabilidad, honestidad y agilidad al realizar el trabajo.
A la par de los hombres se miden en las ferreterías durante la ejecución de la subida de la carga a su camión.
Ellas afirman que muchas veces son objeto de burlas o halagos: “Estas mujeres son de guerra, con ellas sí vamos fijos”. “Y estas chavitas qué hacen aquí, limarse las uñas”, son algunas de las frases que les dicen.
Por su amplia cartera de clientes
conocen los nombres de la mayoría de las ferreterías ubicadas en la capital.
“Tenemos entre nuestros clientes a varios ingenieros que cuando tienen proyectos solo nos llaman y nosotras realizamos nuestro labor lo mejor posible para poder tener una recomendación para nuevos trabajos”, asegura Heidy.
Y ellas no le huyen a ninguna asignación, son las únicas dedicadas a entregar los fletes en las colonias sumamente peligrosas como: La Ulloa, Nueva Capital, Ojo de Agua y Quiebrachitos sin ninguna novedad qué reportar.
Mauricio Nolasco, gerente administrativo de la ferretería La Sosa, asegura que son muy valientes al ingresar a esos lugares y desenvolverse en un ambiente de hombres rudos.
“Ellas son muy famosas entre los que nos dedicamos a esto, trabajan duro a la par de los hombres, no he visto chofer como Heidy y destreza como la de Evelin a la hora de cargar en ningún hombre, las admiró”, aseguró.
Sus inicios y jornada
Las hermanas Uclés aseguran que su oficio es una herencia de familia, su padre Bienvenido Uclés se dedica a realizar fletes desde hace 25 años.
Como diversión ellas acompañaban a su padre a realizar algunos viajes y poco a poco fueron ayudando hasta convertirse en las ayudantes de su progenitor.
“Yo recuerdo que desde los 12 años empecé a trabajar, a veces no podía ni cargar el cemento pero poco a poco fui aprendiendo y esto se convirtió en nuestro oficio”, relata Evelin.
Por su parte, Heidy recuerda con nostalgia sus años de secundaria pues no pudo concretar una carrera debido al trabajo.
“Nosotras siempre llegamos tarde al colegio por andar haciendo viajes, a veces nos dejaban entrar hasta después del recreo y al final solo terminamos ciclo común”, asegura.
Aunque los fletes le quitaron la posibilidad de culminar sus estudios, en el camino encontró a su ahora esposo José Luis Valladares.
El caballero se dedica a realizar viajes en una volqueta y un día coincidió con Heidy en un trabajo, ahora ambos han formado una familia con su hijo Nelson Gabriel de tres años y medio.
Es el orgullo de Heidy, pues con solo hablar de él se le ilumina el rostro. “Mi hijo es mi motor, a veces el pobre no quiere dejarme salir a trabajar pero le explico y me da un beso
para despedirme”, afirma.
En cambio,
Evelin sigue soltera, pero asegura que dedicarse a su oficio le mantiene rodeada de hombres interesados en cortejarla, sin embargo ella se mantiene alerta, ya que busca un compañero que le dé estabilidad.
Cuando ambas alcanzaron la mayoría de edad decidieron independizar los lazos laborales con su padre y por medio de un préstamo compraron su camión.
Ahora son socias y mientras Heidy se encarga del timón, Evelin es la ayuda idónea a la hora de cargar.
Es así como se convirtieron en las únicas mujeres dedicadas a este trabajo en toda la zona de la colonia San Miguel y sus alrededores y ahora son cotizadas en diferentes puntos de la capital.
Evelin tiene como meta sacar su licencia de conducir este año para poder contribuir con su hermana turnándose el timón durante los viajes largos.
