Tegucigalpa, Honduras.- La Secretaría de Salud (Sesal), bajo la dirección de la doctora Carla Paredes, presentó un nuevo eslogan para destacar el trabajo de su ministerio: "dato mata relato".
Con esta frase, la funcionaria intentó negar las denuncias de miles de hondureños que aseguran que no hay medicamentos en los hospitales públicos.
Además de rechazar los estudios de organizaciones de sociedad civil, como la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), que reveló que un 24% de los pacientes no reciben sus fármacos completos o no los reciben en absoluto.
Desde la Sesal, se intentó aclarar los índices de abastecimiento de medicamentos en los centros asistenciales.
Según Salud, el Hospital Mario Mendoza, uno de los más beneficiados, cuenta con un 100% de abastecimiento. Sin embargo, hace solo unos días, personal y pacientes denunciaron la falta de algunos fármacos y la escasez de citas para reprogramar consultas.
Otros hospitales con buenos índices de abastecimiento son el Psiquiátrico Santa Rosita (96%), el Hospital Gabriela Alvarado (95%) y el Hospital Santa Teresa (92%).
A pesar de estos datos, el médico Carlo Xavier Quintero denunció su despido del Hospital Gabriela Alvarado tras exponer en redes sociales la grave situación de desabastecimiento en ese centro.
En un video difundido en plataformas digitales, Quintero indicó: “No hay ni siquiera los insumos básicos para atender emergencias. Estamos dando la cara por los que no tienen voz”.
Pocas horas después de la publicación, Quintero recibió una notificación de audiencia de descargo de la Secretaría de Salud, acusándolo de actuar “de mala fe” al grabar y difundir el video.
Mientras tanto, otros hospitales, como el Hospital Leonardo Martínez (96%), el Hospital de Santa Bárbara (97%) y el Hospital del Sur (90%), también reportan altos porcentajes de abastecimiento.
Sin embargo, según los medios de Choluteca y fuentes de EL HERALDO, el Hospital del Sur presenta deficiencias en la atención. Hasta limitaron el ejercicio periodístico para que nadie saque información del centro asistencial.

En cuanto a los hospitales con un abastecimiento de entre el 80% y el 90%, se encuentran los siguientes: el Instituto Cardiopulmonar El Tórax (89%), el Hospital del Occidente (83%), el Hospital de Tela (83%), el Hospital de San Isidro (87%) y el Hospital de Puerto Cortés (87%).
El Hospital Juan Manuel Gálvez y el Hospital de Roatán están con un 82% de abastecimiento, mientras que el Hospital Aníbal Murillo Escobar tiene un 80%.
Entre los más bajos se encuentran el Roberto Suazo Córdova (73%) y, sorprendentemente, el Hospital Escuela, uno de los centros más importantes de Latinoamérica, con un escaso 67% de abastecimiento.
Hace unas semanas, el Hospital Escuela suspendió cirugías debido a la falta de hilos de sutura.
Esta crisis fue confirmada por médicos, quienes denunciaron que no solo carecen de suturas, sino también de insumos esenciales para operar.
El doctor Darío Zúñiga, presidente de la Asociación de Médicos del Hospital Escuela, indicó: “En el Hospital Escuela están funcionando seis quirófanos, pero ninguno tiene suturas”.
Además, alrededor de 3,000 personas fueron afectadas por la suspensión de consultas externas.
Según Zúñiga, “algunas cirugías se detuvieron y alrededor de 3,000 personas dejaron de ser atendidas en la consulta externa”.
Por su parte, el director del Hospital Escuela, doctor Herbert López Mendoza, reconoció la difícil situación, pero aseguró que se está trabajando para corregir los errores administrativos que causaron la falta de insumos.
López explicó: “El año pasado, muchos insumos no llegaron y los pagos no se realizaron adecuadamente debido a procesos incorrectos. Ahora estamos corrigiendo esos errores para que todo funcione correctamente”.
Añadió que, desde su llegada en 2024, se han mejorado los procesos de compra y esperan la adjudicación de insumos en las próximas semanas.
No obstante, la crisis de desabastecimiento no es algo nuevo, ya que en noviembre de 2024, la falta de algodón también causó que más de 40 menores de edad perdieran sus cirugías dentro del nosocomio.
La ministra de Salud, Carla Paredes, reaccionó con enojo ante las críticas sobre la falta de insumos, calificando a aquellos que mencionaron la escasez de algodón como “imbécil y malnacido”.
También se refirió a quienes critican la falta de insumos, acusándolos de querer “fastidiar” el sistema de salud.
“Tienen tan poco de qué hablar, poco de qué agarrarse, porque algo tan minúsculo lo convierten en noticia”, expresó Paredes.
Además, en referencia a quienes cuestionaron la falta de medicamentos, afirmó: “Sé que salió por ahí que ‘¿en lugar de construir hospitales por qué no nos aseguramos de tener algodón?’. Hay que ser imbécil, pero imbécil integral, como decía Facundo Cabral, para hacer esa comparación”.
Mientras tanto, el portal de la Secretaría de Finanzas (Sefin) revela que la Sesal dispone de 25,636 millones de lempiras para este año.
Blanca Munguía, directora de salud de la ASJ, criticó el hecho de que el gobierno de la presidenta Xiomara Castro mantuviera el sistema de salud bajo un decreto de emergencia durante los cuatro años de su gestión.
Según Munguía, “el decreto de emergencia habilita compras directas de medicamentos, pero nunca se logró un abastecimiento completo”.
Añadió que, aunque el decreto es la excepción a la ley, en Honduras se utilizó de forma permanente, lo que afectó la transparencia y eficiencia en la gestión del sistema de salud.
Según los datos de la ASJ, el 76% de los pacientes afirmaron haber recibido sus medicamentos completos, una leve mejora con respecto a la encuesta realizada en septiembre de 2024.
Sin embargo, un 24% de los pacientes sigue recibiendo medicamentos incompletos o ninguno.
La situación es aún más grave en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), donde el 40% de los pacientes reportó la misma falta de medicinas.
Además, los resultados de la encuesta evidencian la situación económica entre los pacientes, ya que más del 48% no tiene ingresos mensuales y un 20% gana menos de 6,000 lempiras al mes.
Mientras que el 31% de los pacientes padece enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, cáncer o afecciones tiroidales.
En cuanto al personal de salud, solo el 21% de los médicos y enfermeros afirmó contar con todos los insumos necesarios, mientras que el 76% consideró que los insumos eran insuficientes. Solo un 3% indicó que no tuvo acceso a insumos en absoluto.