TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un privado de libertad más falleció el jueves producto de las severas lesiones que le ocasionó el fatal tiroteo en el centro penal de Tela, en Atlántida, registrado el pasado viernes.
Se trata del recluso Santos Ledis Meraz, quien estaba interno en el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, en Cortés. El amotinamiento que generó un baño de sangre ocurrió el pasado viernes 20 de diciembre. Con ese reporte, la cifra de muertes en esa reyerta entre miembros de estructuras criminales subió a 20.
Según la versión de las autoridades interinas del Instituto Nacional Penitenciario (INP), la matanza se dio por la disputa de poder para la venta de droga en el interior del centro penal causada supuestamente por reclusos de la Mara Salvatrucha (MS-13) que atacaron a los reclusos de grupos criminales contrarios.
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48 horas después ocurrió otra masacre en el centro penal de El Porvenir, Francisco Morazán.
En ese hecho fallecieron de forma violenta 18 personas en el interior de la cárcel.
Por otra parte, ayer fue reclamado de la morgue judicial de la capital el cadáver de Jorge Alberto Oliva, de 32 años, quien fue asesinado el miércoles en el centro penal de Morocelí, El Paraíso, más conocido como “La Tolva”.
Según las autoridades, el fallecido era jefe de la pandilla 18, quien usaba una silla de ruedas para movilizarse y era conocido con el alias “Homy 6”.
Los compañeros de celda de Oliva son los principales sospechosos de haberlo asfixiado.
Presuntamente el ahora occiso fue acusado por el delito de violación contra menores de edad, lo cual no ha sido confirmado. En los últimos siete días al menos 40 privados de libertad han sido asesinados en las cárceles, lo que refleja la anarquía en estos centros penales.
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El martes pasado asumió el control de los centros penitenciarios una Comisión Interventora del Sistema Penitenciario que está a cargo de las Fuerzas Armadas (FF AA) y de la Policía Nacional.
El Poder Ejecutivo destituyó a las autoridades del INP y esta nueva comisión tiene el reto de frenar el descontrol en las cárceles. Sin embargo, desde que asumieron los militares han ocurrido dos matanzas en los centros penales.
Inspecciones
Elementos de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) han hecho inspecciones y requisas en los centros penales. Entre los hallazgos están: dinero en lempiras, dólares, quetzales, pesos colombianos. Asimismo, celulares, cargadores, audífonos, baterías, memorias USB, parlantes, entre otros.
También diferentes tipos de armas de fuego y blancas, asimismo droga, joyas, artículos, electrodomésticos, colchones, cigarrillos, entre otras cosas de uso personal que tenían en su poder los reos siendo prohibidas, lo que demuestra la incapacidad de las exautoridades que estaban al mando.