El presidente Porfirio Lobo se encuentra en una encrucijada para escoger a las nuevas autoridades de la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes (SCAD) porque no encuentra a quiénes nombrar en esa institución.
Por esa razón es que el mandatario decidió ampliar por dos semanas más la vigencia de la comisión interina de verificación y auditoría de esa dependencia.
Ambos extremos fueron revelados por una fuente ligada a Casa de Gobierno que exigió mantenerse en el anonimato. Mientras el ente interventor refuerza el contenido del informe que presentó a Lobo sobre los hallazgos de las anomalías en Cultura, este piensa escoger quiénes dirigirán a la SCAD.
'Está buscando, pero no ha podido tener la confirmación de quiénes ha pensado para Cultura', indicó la fuente.
Lobo suspendió por 15 días de sus puestos al ministro de Cultura Bernard Martínez y al viceministro de Deportes, Godofredo Fajardo, desde el 13 de diciembre de 2011.
Desde esa fecha, la comisión practicó la auditoría en Cultura por los mismos 15 días y el 4 de enero pasado entregó al gobernante el reporte de supuestas irregularidades detectadas.
Se suponía que ese día el presidente Lobo notificaría quiénes serían los sustitutos de Martínez y Godofredo, pero al final determinó extender el funcionamiento de la comisión por dos semanas más.
La suspensión de los dos servidores públicos también se amplió durante dos semanas.
El documento entregado al mandatario contiene casi los mismos elementos que el informe que la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos le presentó a Lobo producto de la investigación sobre denuncias de supuestos abusos cometidos en Cultura contra el personal.
La tarea para encontrar los sustitutos de los funcionarios no ha sido fácil, pues, por ejemplo, en el caso del ministro Martínez, del Partido Innovación y Unidad, el dignatario tiene que escoger a alguien de la misma afiliación política como lo prometió.
En el caso de Godofredo Fajardo la situación parece menos problemática pues este ya interpuso su renuncia el presidente Lobo a cambio de que reintegre a ocho activistas que trabajaban con él en Cultura y no se les renovó el contrato.
El viceministro de Cultura, Tony Sierra, fue él único que no fue suspendido y se mantuvo al margen de las discrepancias que había entre Martínez y Fajardo.