La ansiada reforma migratoria que esperan los inmigrantes indocumentados, entre ellos miles de hondureños, tendría un plazo de 13 años para
obtenerlo, según reportó el diario The New York Times.
De acuerdo al influyente diario, el plan de reforma migratoria que redactó en privado un grupo bipartidista de senadores le agrega un segundo dato, que anteriormente no se encontraba firme.
La propuesta incluye que una vez verificado los antedecentes penales y recibido el alta de parte
del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el indocumentado entrará en un estado de no inmigrante durante un periodo de 10 años.
Al término de ese plazo podrá iniciar las gestiones para pedir la green card o tarjeta verde, que lo califica como residente legal permanente. Las persona que obtenga este documento tendrán que esperar al menos tres años para iniciar el trámite de la ciudadanía o naturalización.
El anteproyecto difiere en las propuesta presentada por el presidente Barak Obama, que pretende que se otorgue la residencia permanente en ocho años y 10 como sostienen los senadores, a los 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.
Los senadores ya alcanzaron acuerdos en varios puntos, entre los que destacan la declaración de impuestos atrasados por parte de inmigrantes, el pago de una multa y saber inglés para poder solicitar un permiso de trabajo.
El Grupo de los 8, también discute otros temas, entre ellos programas de visados para trabajadores temporales y ultiman detalles de un sistema de verificación de empleo, que obliga a las empresas a revisar si sus trabajadores tienen permiso para laborar legalmente en el país.
El grupo
bipartidista del Senado está integrado por los demócratas Charles Schumer (Nueva York), Dick Durbin (Illinois), Robert Menéndez (Nueva Jersey) y Michael Bennet (Colorado), y los republicanos John McCain (Arizona), Lindsey Graham (Carolina del Sur), Marco Rubio (Florida) y Jeff Flake (Arizona).
El presidente de la Organización Hondurena Integrada, Franciso Morazán, Francisco Portillo, se mostró satisfecho con la noticia porque representa un avance en una lucha de 16 años por mejorar la situación migratoria de los compratiotas.
'Este era uno de los impases que no dejaba avanzar los acuerdos entre los senadores democratas y republicanos, esto significa que van por buen camino para lograr que los hondureños puedan legalizar su estatus migratorio', comentó.