Julia María y Gaby Sandoval, dos profesoras recién graduadas de la Normal, salieron el miércoles a la 1:00 AM de Tocoa, Colón, para tramitar su carné del Escalafón en Tegucigalpa.
Al llegar a eso de las 10:00 AM a las instalaciones ubicadas en la colonia El Prado se encontraron con un mar de docentes que también querían solicitar ese documento o concursar por una de las 700 plazas que quedaron disponibles para este año, entre jubilados, decesos y despidos, en el sistema público educativo.
El trámite, que es un requisito del Estatuto del Docente para afiliarse a un colegio magisterial, no se pudo concretar debido a que las dos jóvenes maestras no llevaron una fotocopia de su cédula de identidad.
Ese olvido las obligó este jueves a llegar a la oficina del Escalafón en horas de la madrugada para volver a hacer la larga cola que hicieron el día anterior, y poder regresar hoy a su natal Tocoa.
Esta madrugada, los alrededores del Escalafón permanecían rodeados por unos 400 maestros que, vestidos cómodamente con jeans y zapatos tenis, aguardaban sentados en la sucia acera o de pie a que abrieran las oficinas.
En su mayoría, los maestros venían procedentes de La Ceiba, Tela, Santa Bárbara, Choluteca, Comayagua, Colón, Copán y La Paz.
Los aspirantes a una nueva plaza llegaron con la intención de lograr un cupo para concursar por una de las vacantes disponibles en el sistema público.
La Secretaría de Educación anunció en diciembre pasado el despido de docentes que no acudieron a las audiencias de descargo para responder por días no laborados o que no trabajaban en los centros educativos en los que aparecen registrados.
