Honduras

Kevin Solórzano, el joven de El Chimbo que conmovió a Honduras

FOTOGALERÍA
08.02.2017

Tegucigalpa, Honduras
La primera vez que la gente lo vio, vestía una camiseta blanca debajo de una sudadera azul y una calzoneta roja.

Kevin Solórzano era el primer sospechoso capturado por la muerte del exfiscal Edwin Eguigure, asesinado nueve días antes en la aldea El Chimbo, al este de Tegucigalpa.

Quienes lo conocen de cerca afirman que es un joven amigable y apasionado por su familia.

Nacido en Tegucigalpa, criado en una familia de clase media, es el menor de tres hermanos.

Residente de la aldea El Chimbo, el muchacho decidió estudiar la carrera de Ingeniería en Gestión Logística en el Centro Universitario Tecnológico (Ceutec).

Actualmente tiene 21 años de edad, los cuales cumplió el pasado 19 de junio mientras estaba en prisión en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS).

De carácter tranquilo, pero con la capacidad de decir las cosas que no le gustan de manera directa, Solórzano se ganó el cariño de todos quienes lo conocieron y el apoyo de millones de hondureños que afirman que es inocente de los cargos que se le imponen.

+Hasta 50 años de cárcel le darán a Kevin Solórzano

Esa empatía la provocó cuando las cámaras y los medios de comunicación lo captaron al momento de su arresto.

Su casa

Sus padres son dos empleados del Hospital General San Felipe, los cuales gozan del cariño y el respeto de sus compañeros. Al ser el menor de sus hermanos, Kevin ha sido muy protegido por sus padres.

Ellos lo han calificado como un joven alegre y cariñoso que devuelve el sentimiento de protección hacia ellos.

En algunas ocasiones, su hermana lo describió como un hombre sumamente caballeroso y educado con las personas en general, pero juguetón y bromista con sus seres amados.

La relación entre hermanos no ha sido distinta a la de la mayoría de los hogares, en donde las peleas y reconciliaciones son parte del día a día.

Sin embargo, para él su hermana Melissa es su segunda madre y su hermano José Luis es su otro papá.

Como pasatiempo, al menos antes de estar en la cárcel, tenía la realización de ejercicios físicos y hacer deportes.

+Las redes explotan tras sentencia de Kevin Solórzano

Le gustaba escuchar música, que era un pasatiempo que disfrutaba solo o con sus más cercanos amigos.

Sin embargo, algo que siempre recordará serán los paseos que con frecuencia realizaban como familia a Santa Lucía.

Él y sus hermanos disfrutaban caminar por sus empedradas calles, alimentando los patos que hay en la famosa laguna, según cuentan sus familiares.

En cuanto a sus gustos en comida, las baleadas ocupan un puesto importante, al igual que las costillas de cerdo.

Otro de los pasatiempos del universitario es pasar con sus mascotas, dos perros, un rottweiler y un french poodle, a quienes nombró Cody y Dolche.

Ellos fueron los únicos testigos del día en que Kevin salió de su casa acompañado por los elementos de la Policía Militar del Orden Público.

Como estudiante se ha mencionado que se preocupó por obtener buenas notas en cada una de sus clases y que nunca recibió amonestaciones por disturbios o mala conducta.

En una entrevista, Solórzano confesó que nunca ha conocido “ni una posta”.

El país se conmovió con su caso, durante dos años con tres meses ha confiado en su inocencia.

+Kevin Solórzano declarado culpable por asesinato