El estado de salud del menor de edad presuntamente implicado en el asesinato de Óscar Roberto Ramírez, hijo del exdirector de la Policía Nacional, Ricardo Ramírez del Cid, es inestable.
El joven, que confesó haber participado en el asesinato de Ramírez y de sus dos guardaespaldas del Comando de Operaciones Especiales (Cobras), Abraham Gúnera, de 30 años, y Carlos Armando Lira, de 29 años, cumple ocho días de hospitalización.
El joven junto a dos supuestos pandilleros ingresaron gravemente heridos; uno de ellos, identificado como Elvin Antonio Palma, de 40 años, falleció minutos después de ser atendido.
Sin embargo, el joven y Dayer Figueroa, el segundo supuesto implicado, sobrevivieron al sangriento crimen.
Investigación
Ambos jóvenes fueron interrogados por agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), miembros de la fiscalía y representantes del Comisionado de Derechos Humanos.
Según Ramírez del Cid, el testigo habría revelado que el objetivo de la operación no era el asesinato del hijo del exdirector de la Policía, sino el secuestro.
Posteriormente, esa versión habría sido cambiada.
Explicó que al ingresar al negocio donde las tres víctimas compraban comida, él mismo gritó “es un asalto”.
Además detalló que recibieron órdenes directas de tres reos de la Penitenciaría Nacional, a los que identificó por “El Chele”, “El Colombiano” y “El Paisa”, información que publicó en exclusiva EL HERALDO.
Sin embargo, los datos de la declaración de Figueroa, el segundo presunto implicado, aún no han sido revelados.
Sus familiares aseguraron que el joven no participó en el asesinato pese a que ingresó con una herida de arma de fuego en su pierna la misma noche del terrible incidente.
Explicaron que Figueroa tuvo un conflicto con unos amigos que estaban en estado de ebriedad en la Residencial Honduras y que ha sido confundido hasta por la misma Policía.
Se conoció que Figueroa todavía permanece ingresado en el hospital Escuela y que fue sometido a una operación, ya que según sus familiares la herida de bala que tiene en su pierna le fue abierta nuevamente luego de un ataque por parte de los policías que lo custodian.
Diagnóstico
Contrario a Figueroa, el menor de edad había sido dado de alta el pasado viernes, sin embargo, luego se ordenó mantenerlo en el centro debido a una insuficiencia respiratoria.
Aunque la información sobre el estado de salud del joven es de acceso restringido, una fuente informó a EL HERALDO que se ha recuperado satisfactoriamente de las dos heridas por arma de fuego que recibió la noche del pasado domingo.
Sin embargo, informó que el joven deberá ser sometido a otros exámenes antes que pueda ser sacado del hospital por las autoridades policiales para continuar con la investigación.
Las medidas de seguridad persisten en las dos salas de hospitalización.
Las autoridades policiales practican registros de rutina a los familiares de los demás pacientes para evitar el ingreso de personas que atenten contra la vida de los presuntos criminales.
Así también, los portones de entrada y salida permanecen resguardados por miembros de las Fuerzas Armadas de Honduras.