Los autores de actos de corrupción de la Secretaría de Salud en el gobierno pasado podrían gozar de la indulgencia de las nuevas autoridades.
EL HERALDO entrevistó a la ministra de Salud, Yolani Batres, sobre las medidas que pensaba poner en práctica para sancionar la falsificación de facturas de hotel que se hizo en el Programa Nacional de Dengue entre 2011 y 2012, pero dijo: “Yo no puedo responder por los años anteriores”.
La tesis de la ministra es que si hubo un acto de corrupción probado en períodos anteriores, a ella no le toca aplicar sanciones, pese a que como patrona le corresponde aplicar las medidas administrativas correspondientes.
“...Yo no puedo responder por los años anteriores, yo no estaba frente a la Secretaría de Salud, pero sí tengo que responder del 27 de enero para acá y si del 27 de enero para acá hay una persona que ha presentado facturas falsas o documentación falsa, téngalo por seguro que vamos a tomar las medidas correspondientes”, expresó.
El Código de Conducta Ética del Funcionario Público dice que es una acción no ética la de “tomar indebidamente o apropiarse de dinero, bienes o servicios, ya sea en préstamo o bajo cualquier otra forma, de la institución para la cual preste sus servicios”.
En consecuencia, falsificar facturas para obtener dinero de viajes que no se realizaron, como sucedió con empleados del Programa Nacional de Dengue, sería una causal de despido, independientemente del momento en que sucedió.
Otras instancias
Batres dice que “bueno, ahí ya le toca a otras instancias” deducir responsabilidades.
La ministra insiste en que aplicará sanciones cuando los órganos contralores le señalen que hubo actos de corrupción por falsificación de facturas en el Programa Nacional de Dengue.
Se le aclaró a la funcionaria que la investigación que hace el Tribunal Superior de Cuentas es sobre un hecho puntual en el Programa de Dengue, sin embargo se le detalló que en otros departamentos también se han falsificado recibos.
Se le consultó qué acciones podría emprender ella contra esos empleados de otras dependencias de la Secretaría de Salud que cometieron ilícitos similares a los ocurridos en el Programa Nacional de Dengue y que el TSC aún no ha iniciado la investigación.
No obstante, Batres insistió que ella no tiene por qué sancionar empleados suyos si estos cometieron las anomalías en pasadas administraciones.
“Pero le reitero, es otra administración, entonces, el Tribunal Superior de Cuentas, Auditoría Interna tiene que ir, agarrar esa documentación de 2013, 2012, 2011, 2010 y hacer lo que corresponde en el caso”, acotó.
El TSC no investiga actualmente a otras unidades por viajes fantasma aparte del Programa de Dengue, por lo que la ministra no recibirá ningún reporte adicional sobre otras anomalías de este tipo y por tal razón los otros casos quedarán en impunidad.
“Yo, en lo personal, el que quiera venir a investigar y a ver, bienvenido; lo que no puedo yo es ir a sacar (casos de) 2013, 2012, 2011, 2010 y agarrar el 2009, no, eso no me corresponde”, reiteró.
EL HERALDO reveló la existencia de una red de empleados corruptos del Programa Nacional de Dengue que falsificaron facturas de hotel para justificar el dinero de hospedaje y viáticos correspondientes a giras, pero nunca realizaron los viajes.
Despedido
Mediante la investigación también se detectó que en una caseta de seguridad de la Secretaría de Salud un vigilante vende las facturas falsas.
El guardia es un trabajador de una empresa de seguridad contratada por la Secretaría de Salud.
La ministra aseveró que ese centinela fue despedido hace tres semanas, según le comunicó el representante de la empresa de seguridad.
Pero lo que no pudo esclarecer la funcionaria es por qué fue separado ese empleado. La ministra atendió a EL HERALDO en su despacho junto a varios de sus subalternos que dirigen unidades administrativas.