Unas mil 600 héctareas de bosque han sido consumidas por las llamas
en los 38 incendios que han sido atendidos hasta la fecha en Honduras.
Los departamentos con mayor incidencias de incendios forestales son Francisco Morazán, Olancho, Choluteca, El Paraíso y Comayagua.
El último incedio registrado en Tegucigalpa tuvo una duración de 36 horas, que inició en El Chimbo y pronto se extendió a la zona de El Hatillo hasta terminar en Santa Lucía.
En ese sentido,
el director ejecutivo de la Fundación Amigos de La Tigra (Amitigra), Ivo Alvarado, señaló que cualquier incendio en La Tigra afectará directamente a la ciudad de Tegucigalpa, porque provee el 50 por ciento del agua que se consume en la ciudad.
“La Tigra es una esponja que recoge agua en el invierno y la suelta en verano, los incendios que se presentan en esta zona reducen en un 15 a 20 por ciento el caudal de la microcuenca”, aseguró.
Alvarado se mostró preocupado por el aumento de incendios forestales, aunque desmintió la información que durante el sinistro del fin de semana se habían perdido entre 30 y 40 hectáreas de la zona de amortiguamiento de La Tigra, gracias a la labor del Cuerpo de Bomberos.
Por su parte, el director del Instituto de Conservación Forestal (ICF), José Trinidad Suazo, manifestó que la frecuencia de incendios forestales aumenta en los meses de marzo a mayo, debido a las quemas agrícolas que realizan los campesinos cuando se preparan para sembrar en la temporada lluviosa.
Según Suazo, el problema es que las personas no toman precauciones al momento de quemar sus terrenos y provocan que el fuego se salga de control y consuma varias hectáreas de bosque.
La ley contempla penas de hasta nueve años de reclusión a quienes se le compruebe ser el autor de un incendio forestal por una quema descontrolada, medida con la que no se pretende llenar las cárceles de incendiarios, sino concientizar a la población, explicó Suazo.