Mientras levantaban el cadáver de un estudiante del Instituto Saúl Zelaya Jiménez que fue raptado y posteriormente asesinado en un sector de la capital de Honduras, una mujer alzaba sus manos hacia el cielo y clamaba por paz y justicia en el país.
La ciudadana, que presenciaba la desgarradora escena donde yacía el cuerpo de jovencito, rompió en llanto y alzando sus manos oraba a Dios y pedía que ya no corra tanta sangre a manos de la criminalidad.
“A todos los que estamos aquí, estamos desesperados Señor. No le hacemos daño a nadie, por el amor de Dios, ayúdenos”, expresaba la mujer entre lágrimas.
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Entre sus peticiones clamaba:'que cese la guerra señor y manda paz” pedía la fémina mientras el equipo de medicina forense indagaba en la escena donde se encontró el cuerpo de un joven de 16 años.
En su plegaria manifestaba la impotencia que, como muchos, siente al ver la pérdida de tantos jóvenes en el país a causa de la violencia, “ya nos sabemos qué hacer. Ir a la pulpería da miedo, solo necesitamos que ya tengan paz en su corazón, ya no más”.
El estudiante de secundaria Elyer Alberto Sánchez Vásquez (16), quien fue raptado y asesinado por unos malhechores vivía en la colonia Las Torres de la capital de Honduras y sus familia lo describieron como un muchacho sano y con muchos sueños por cumplir. 'Tantos planes que tenía, era un cipote bien portado”
Según la información que conoce la Policía es que en el sector donde estudiaba el joven, existe una pelea de territorio entre la pandilla 18 y la MS-13, lo que ha dejado como resultado muertos y otros conflictos.
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Las Torres ha llegado a convertirse en una zona de alta peligrosidad y controlada por bandas criminales que obligan a los habitantes a dejar sus casas abandonadas o pagar por vivir en ellas
Cabe destacar que el instituto Saúl Zelaya Giménez continúa bajo resguardo militar tras concurrentes amenazas de pandillas que buscan controlar territorio para ejecutar la venta de droga y cometer otros actos ilícitos.