Honduras

'Tan humilde que era mi hijo, nunca se metió con nadie”

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26.04.2016

Tegucigalpa, Honduras
“Tantos planes que tenía, era un cipote bien portado”. Esta fue una de las expresiones de familiares del estudiante de secundaria Elyer Alberto Sánchez Vásquez (16), quien fue raptado y asesinado por unos malhechores.

El menor, quien cursaba el primer año de Computación en el Instituto Técnico Saúl Zelaya Jiménez, de la colonia La Rosa, se convirtió en otra víctima inocente de una guerra por territorio que se han declarado dos bandas criminales en el sector de Las Torres.

El malogrado estudiante se presentó el lunes a recibir sus clases como de costumbre y a las 12:00 del mediodía que terminó la jornada salió de regreso hacia su casa ubicada en la colonia Las Torres.

En el trayecto fue interceptado por dos supuestos pandilleros, quienes lo metieron en medio y se lo llevaron abrazado con rumbo desconocido, según la versión que conocieron los dolientes.

Lo único que supieron sus parientes es que solo se despidió de su novia y cuando caminaba hacia su casa, los dos tipos lo abrazaron y lo obligaron a tomar otro rumbo.

Tras ser informado de lo ocurrido, el padre de Elyer Alberto y otros familiares se presentaron al centro educativo, mientras que la Policía recibió la denuncia e inició algunas diligencias.

Ayer en horas de la mañana fue encontrado muerto y su cadáver metido en bolsas de nailon en un solar baldío de la colonia Santa Bárbara, que colinda con Las Torres, a escasos metros de las instalaciones de la Fuerza Nacional Antiextorsión.

Agentes de la Policía Preventiva llegaron primero a la escena del crimen a realizar las pesquisas preliminares.

El crimen del joven se suma a otros hechos que han involucrado en las últimas semanas a estudiantes y maestros del Instituto Saúl Zelaya Jiménez, incluso militarizado por el asedio de las maras.

Familiares del joven desaparecido que se presentaron al lugar donde fue encontrado el cadáver no pudieron contener el llanto, aunque el cuerpo sin vida estaba cubierto en su totalidad con bolsas plásticas y una sábana.

La escena fue de llanto, oraciones, frases de impotencia y de repudio por el clima de inseguridad que impera en la zona. Durante el levantamiento del cuerpo, el padre del menor y otro familiar intentaron en reiteradas ocasiones aferrarse a los restos, siendo necesaria la intervención de los miembros de la Policía.

Un joven ejemplar
“Tan humilde que era mi hijo, nunca se metió con nadie”, expresó el padre del malogrado mientras esperaba en la morgue que le entregaran los restos mortales.

Dijo que, además de ser un buen estudiante, su vástago era tapicero que le ayudaba a trabajar en su taller y era un joven que no tenía ningún tipo de vicios.

“No me lo dejaron estudiar, tantos planes que tenía él”, lamentó el doliente.

Elyer Alberto era el mayor de tres hermanos, dos varones y una mujer, con sueños y aspiraciones de convertirse en un buen profesional.

Por su parte, otro familiar lo describió como “un cipote tranquilo que no se metía con nadie” y que su rutina diaria era del colegio a su casa.

Agregó que el único mal del adolescente era vivir en la colonia Las Torres.

Según la información que conoce la Policía es que en ese sector existe una pelea de territorio entre la pandilla 18 y la MS-13, lo que ha dejado como resultado muertos y otros conflictos.

“Ellos (los pandilleros) no quieren ver gente de Las Torres en el colegio”, expresó otro residente de la zona.

Las Torres ha llegado a convertirse en una zona de alta peligrosidad y controlada por bandas criminales que obligan a los habitantes a dejar sus casas abandonadas o pagar por vivir en ellas