contrabando de combustible
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Tegucigalpa, Honduras.- El gobierno de Honduras continúa a la espera de una respuesta oficial por parte de Venezuela tras solicitar la liberación de tres hondureños detenidos hace casi un mes cerca de la isla de Margarita.
Los ciudadanos, originarios del departamento de Islas de la Bahía, fueron arrestados mientras laboraban en un buque de exploración marina.
El vicecanciller hondureño, Antonio García, confirmó que la Cancillería actuó de manera inmediata al conocer el caso, instruyendo a la embajadora de Honduras en Caracas para intervenir formalmente.
“Pedimos que se gestionara la liberación de los hondureños y estamos esperando que ellos nos contesten. El trámite está en proceso”, expresó el funcionario.
Aunque el caso preocupa a los familiares por el tiempo transcurrido, García explicó que el proceso podría demorar debido a la participación de varios entes venezolanos, entre ellos la Marina, autoridades judiciales y actores políticos.
“Hay muchos actores allá: desde la Marina hasta los judiciales y entes políticos. Estamos a la espera, dentro de los tiempos que ellos manejan”, dijo.
La embarcación en la que viajaban los hondureños también transportaba ciudadanos de otras nacionalidades, incluyendo holandeses, húngaros, panameños y españoles. Eran 9 en total.
El gobierno hondureño optó por gestionar el caso de forma directa, basándose en las relaciones diplomáticas con Venezuela, según explicó el vicecanciller.
Uno de los factores que podría haber complicado la situación es que la embarcación navegaba en una zona marítima que está en disputa territorial entre Venezuela y Guyana.
“Es una zona sensible, y ahí es fácil que se den confusiones. Lamentablemente, algo sucedió y nuestros compatriotas fueron detenidos”, añadió García.
La solicitud de intervención consular fue enviada hace unos siete días. Aunque hasta ahora no se ha recibido una respuesta oficial, el vicecanciller insistió en que la gestión fue inmediata.
La embajada de los Países Bajos también alertó a Honduras debido a la presencia de ciudadanos holandeses en el buque.
Los hondureños detenidos fueron identificados como Johonnie Martínez, Walter López y Willy Bowman. Ellos forman parte de la tripulación internacional del buque y según se informó, desempeñaban funciones técnicas relacionadas con la exploración oceánica.
Un buque con bandera panameña, adaptado para realizar exploración marina, fue interceptado por la Armada de Venezuela luego de unos 12 días de seguimiento en la zona marítima conocida como fachada atlántica.
Aunque la nave tenía características físicas similares a un buque de guerra, por su color gris y siglas, según las autoridades de Venezuela, se trata de una embarcación civil, cuyo propósito declarado era la búsqueda de embarcaciones hundidas durante la Segunda Guerra Mundial.
El buque había zarpado desde las Islas Canarias, España, con destino a aguas del Caribe. Sin embargo, según los registros de navegación, la embarcación operaba en un área marítima correspondiente al territorio en disputa entre Venezuela y Guyana, específicamente en la región de Guayana Esequiba.
Este factor habría contribuido a que las autoridades venezolanas consideraran sospechosa su presencia. Tras 12 días de monitoreo, unidades navales de Venezuela interceptaron la nave y la escoltaron hacia la isla de Margarita para iniciar una investigación.
Entre los equipos confiscados se encontraba tecnología de medición oceanográfica, como sondas para registrar temperatura, salinidad y conductividad del agua.
Según los análisis realizados por autoridades venezolanas, el tipo de información que se obtenía a bordo del buque podría tener tanto fines científicos como aplicaciones estratégicas o militares.
Algunos de los instrumentos instalados eran capaces de hacer radiografías del fondo marino, tecnología que podría utilizarse también para operaciones submarinas de interés táctico.
Las autoridades venezolanas sostienen que el buque habría realizado exploraciones en una zona próxima al bloque petrolero Starbuck, un yacimiento descubierto por la empresa ExxonMobil que atraviesa el área en disputa marítima.
Esta situación intensificó el interés del Estado venezolano por investigar si la recolección de datos respondía a fines estrictamente civiles o si existía algún vínculo con operaciones extranjeras contrarias a su seguridad nacional.
El Ministerio Público de Venezuela está a cargo del caso y dirige las investigaciones para determinar si la actividad del buque correspondía efectivamente a una expedición de cazadores de tesoros o si se trataba de una operación encubierta con fines estratégicos.
La tripulación permanece bajo custodia, mientras avanzan los procesos legales y técnicos.