Tegucigalpa, Honduras.– Tres hondureños han sido detenidos durante las redadas en Los Ángeles, California, Estados Unidos, confirmó este jueves el canciller de la República, Javier Bú Soto.
“Nosotros hemos aconsejado a nuestros migrantes no involucrarse en estas protestas. Tenemos tres hondureños detenidos en redadas”, expresó el diplomático.
Asimismo, Bú Soto aseguró que están pendientes de los casos de estos compatriotas capturados, a fin de velar por sus derechos en Estados Unidos.
Además, informó que José Roberto Valenzuela, encargado de negocios de Honduras, está visitando los centros de detención y mantiene comunicación con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) para entrevistar a los detenidos.
En cuanto al Estatus de Protección Temporal (TPS), el canciller aseguró que "es una prioridad de país, pero también personal para mí. Estamos esperando; no nos han comunicado una decisión todavía”.
Redadas y protestas
Las protestas contra las redadas migratorias iniciadas en Los Ángeles (California) se han extendido a otras grandes ciudades de Estados Unidos. Ante ello, las autoridades republicanas de Texas, aliadas del gobierno de Donald Trump, han decidido desplegar la Guardia Nacional para contenerlas.
Los Ángeles vivió anoche su primer toque de queda desde el inicio de las manifestaciones, en un intento de las autoridades locales por frenar los disturbios.
Mientras tanto, las protestas se trasladaron a Nueva York, donde se registraron enfrentamientos con la policía en las inmediaciones de la sede del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), organismo encargado de las redadas.
También se reportaron incidentes en Chicago y protestas menores en otras ciudades como Denver, Las Vegas, Atlanta, Filadelfia, Boston y Washington.
Las manifestaciones comenzaron el pasado viernes en Los Ángeles, ciudad de mayoría latina, en rechazo a las redadas del ICE y a la política de deportaciones del gobierno de Trump, derivando en enfrentamientos con la policía y la quema de vehículos.
Como respuesta, Trump ordenó el despliegue de 4,000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines, una medida que ha sido rechazada por el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, y por la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, quienes consideran que se trata de una acción desproporcionada que solo busca aumentar la tensión.
El presidente republicano incluso llegó a amenazar con invocar la Ley de Insurrección, lo que le permitiría desplegar al Ejército dentro del territorio nacional para contener disturbios civiles.
A pesar del despliegue, las protestas continuaron y las autoridades locales de Los Ángeles decretaron un toque de queda en el centro de la ciudad, una medida que, según argumentan, fue necesaria porque Trump ha "incendiado" la situación.