El pueblo hondureño despidió el jueves a un hombre extraordinario, íntegro, que predicó la verdad tratando de alcanzar el sueño de una Honduras mejor.
A la despedida del ingeniero civil Gustavo Alfredo Landaverde Hernández, llegó gente de todos los estratos sociales, de todos los colores políticos y de varias nacionalidades.
Fue uno de los actos fúnebres donde las personas no podían ocultar su tristeza, su dolor e impotencia al ver en el féretro el rostro sin vida de aquel hondureño que amó tanto a su país.
Al velatorio, en la sede del Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH) y al sepelio en el cementerio San Miguel Arcángel, llegaron autoridades civiles, militares y policiales rindiendo el pésame a los familiares y prometiendo -como lo han manifestado siempre- que el asesinato de Landaverde no quedará impune.
Antes de partir al camposanto, apareció el presidente Porfirio Lobo Sosa, quien después de manifestar su pésame a la esposa del fallecido, la socióloga Hilda Caldera y familia, se dirigió al ataúd, contempló al mártir por unos segundos, y luego se desplazó a una oficina para conversar con los dolientes.Tras la reunión Lobo expresó que Landaverde era un gran amigo, un gran hondureño y que lo conocía desde hacía muchísimos años.
Sobre la falta de valor para enfrentar la criminalidad, como lo decía Landaverde, Lobo respondió que reconoce que no estaba contento con los resultados en seguridad, por eso asumió personalmente el tema y se han hecho los cambios y ajustes; pero la situación no es fácil. Aseguró que para enfrentar el problema tendrá apoyo de Colombia, Chile, España y Estados Unidos.
'Yo tengo un problema que no me imaginé que pudiese existir', dijo refiriéndose a la corrupción policial. Expresó que hará todo lo que puede para que el asesinato de Landaverde se resuelva lo más pronto posible.
Patrañas
Ese estribillo de las autoridades de decir en cada crimen que están investigando, que van hacer esto y lo otro, son puras patrañas, criticó el sacerdote Roberto Paiz, en la misa de cuerpo presente de Landaverde.
'El reino de Dios no es para los pusilánimes ni cobardes que se encubren en autoridades o se escudan en que estamos tratando, estamos investigando, lo vamos hacer'.
'Somos una sociedad tan pequeña, no creo que los que están arriba no sepan lo que pasa, si nosotros oímos tantas cosas que los de arriba van a investigar, van a buscar, van hacer lo demás; patrañas, mentiras. Mejor digan que no queremos hacerlo porque nos gusta el desastre, el desorden, y en río revuelto ganancia de unos pocos y destrucción de muchos.
'Quisiera gritar, quisiera decir, quisiera proclamar tantas cosas a tanta gente que se ha vuelto sorda, tanta gente que tiene ojos pero no puede ver, tanta gente que tiene lengua pero no quiere hablar'.
Han asesinado a un hombre extraordinario, un modelo inspirado en la bondad de Dios, en su hijo predilecto Jesús. Landaverde hizo y actuó en lo que la historia le permitió. 'Hizo lo correcto, también exponiéndose frente a los que a veces son como buitres, en torno a un pedazo de carne para destruirlo'.
Landaverde fue un político auténtico, un hombre que supo llevar a su pueblo y desearle lo mejor. 'él sonó e hizo sonar a muchos, y creo que ese sueño debe ser permanente en cada uno de nosotros', dijo Paiz.
Indicó que hay muchas formas intelectuales de poder decir a otro en lo que se disiente. Hay muchas formas más que manchar paredes y hacer desastres. Hay muchas formas de decirlo intelectualmente pero no con las balas.
'Nos hemos vuelto una sociedad tan intolerante, tan irrespetuosa que destruye lo más valioso de sus hijos. Por ello no nos queda más que pedir perdón por nuestras cobardías, nuestros temores'.
El religioso recordó que Cristo terminó en la cruz por la misma maldad que hoy terminó con la vida de Landaverde.
'Por quererla decir (la verdad), o por decirle a quienes la tienen y que no la quieren utilizar, y para hacerle callar, porque esta es arma de nuestras cobardías como hondureños, que cuando alguien dice una verdad no le digo nada, pero como indio taimado me voy detrás y después pago unos sicarios para que lo maten. Esa es la realidad del cobarde'.
Rememoró que cuando celebró la misa de Alejandro Vargas Castellanos le dijo a su madre, la rectora Julieta Castellanos: 'señora, usted tiene poder, úselo, aquí hay mucha gente que tiene poder, úselo. No le pidan a un pobre sacerdote que diga cosas que no tiene que decir porque no le toca a uno. Uno dice las cosas, pero simplemente las dice, pero quien debe tomar esa palabra son ustedes', añadió el cura.
Arrepentimiento
A su criterio, el mensaje que quieren dar los criminales es: cállense, miren lo que les va a pasar.
'Ojalá que quienes cometen tanta maldad se dieran cuenta que recaerá sobre sus hijos, lastimosamente no lo saben y si lo saben precisamente son tan inconscientes, que lo que Jesús dijo es tan cierto, perdónalos porque no saben lo que hacen.
Si supieran de tanto daño que se hacen a sí mismos y tanto bien que le han hecho a él -Landaverde- aún cuando esté muerto', afirmó Paiz.
Luego del acto religioso el cuerpo de Landaverde fue trasladado al cementerio San Miguel Arcángel.
Aquí, antes de bajar los restos a la fosa donde descansarán para la eternidad, su esposa agradeció a quienes la acompañaron expresando: 'Hoy enterramos a un hombre extraordinario, a un hombre digno, a un hombre valiente'.
Mientras tanto, Elvia Landaverde, hija mayor del ingeniero vilmente asesinado, pidió que a su padre lo recuerden como honesto, digno, que luchó por este país.
En el sepelio, otras personas también expresaron su tristeza, pero al mismo tiempo su compromiso de seguir la lucha que Landaverde inició por su Honduras querida.