El presidente de Honduras Juan Orlando Hernández encabezó este este miércoles el lanzamiento de una campaña mediática con la que se pretende frenar la migración infantil ilegal hacia Estados Unidos.
El evento se realizó esta mañana en el Salón Morazán de Casa Presidencial, con la presencia de representantes de Unicef en Honduras y de alcaldes de los diferentes municipios.
La campaña incluye una estrategia de comunicación a través de medios masivos denominada 'Cambiemos el presente, no dejemos que se vayan', así como la iniciativa a nivel comunitario 'Retorno de la alegría'.
'Yo le hago el llamado a la conciencia de los dueños de los medios de comunicación, de los gerentes, que nos apoyen, es el país el que necesita hora el apoyo', dijo Hernández.
Destacó que no se trata de ninguna campaña de 'orden particular, de un sector, de un partido, de una religión, no, es una campaña que nos atañe a todos'.
Así mismo, hizo un llamado a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) para pensar 'qué vamos a hacer si de repente la conciencia de algún medio de comunicación no está en acompañar esta campaña'.
El plan de concienciación va dirigido a la población más vulnerable de Honduras que sufre el mayor impacto del problema de la migración ilegal, y a los tomadores de decisión como audiencia secundaria en este fenómeno.
Además de las alcaldías y Unicef, la campaña cuenta con el apoyo de medios de comunicación y adolescentes voluntarios de los Programas Municipales de Infancia, Adolescencia y Juventud (Comvida).
También son voluntarios de este cometido organizaciones gubernamentales, religiosas y comunitarias que apoyarán a nivel local el fortalecimiento de las familias. Además, trabajarán para desarrollar en los niños el arraigo y la identidad con Honduras.
La iniciativa 'Retorno de la alegría' implica la recuperación psicosocial de los menores inmigrantes que han salido del país solos y de forma irregular, y que fueron retornados desde México y Estados Unidos.
El llamado fundamental es para fortalecer la autoestima de los pequeños e incluye a la familia y la técnica del 'hermano mayor'.
La población objetiva es de 5 mil menores de diferentes comunicades de Honduras.
Durante 2014, unos 68,000 niños de Honduras, Guatemala y El Salvador, principalmente, emprendieron una peligrosa travesía terrestre y lograron ingresar ilegalmente a Estados Unidos, muchos de ellos motivados por el deseo de reencontrarse con sus padres, residentes en aquel país.
Pero también la situación de pobreza y la urgencia de escapar al reclutamiento forzoso de las pandillas fueron factores determinantes de este flujo, que las autoridades estadounidenses definieron como una crisis humanitaria.