Al interior del partido Libertad y Refundación (Libre) se desarrolla una “lucha intestina” por el poder que se ve reflejada en la guerra por candidaturas disputadas en las elecciones primarias, según el criterio de analista y exdirigente pinuista Olban Valladares.
Estas votaciones también demostraron que Libre generó demasiadas expectativas al vender la idea que recaudaría un millón de votos y, según las proyecciones, solo llegaría a superar las 500 mil marcas, dice Valladares en una entrevista con EL HERALDO en la que analiza cuál puede ser el futuro de esta institución .
¿Cuál cree que es el saldo que deja la participación de Libre en las elecciones primarias? Creo que el surgimiento de Libre, como de cualquier otra corriente de pensamiento, político es saludable para la democracia del país; lo que sí me parece es que Libre incurre en los errores en los que hemos incurrido muchos en el pasado.
En primer lugar han especulado mucho sobre el caudal que se espera; Libre creó demasiadas expectativas, al punto que estaban hablando de un millón de electores y me da la impresión de que se quedaron con la figura de cuando estaban en las manifestaciones, en las que hablaban de medio millón de personas, cuando en realidad tenía 30 o 40 mil personas.
Eso es un error en política y más cuando están a las puerta de un examen como son las elecciones primarias.
¿Salieron aplazados? Creo que salieron, pasaron de barrida, pero eso no quiere decir que en el futuro ellos, si establecen una mecánica para llevar un mensaje menos radicalizado, de repente se conviertan en un partido como el FMLN en El Salvador, que no podrían haber llegado al poder si no modificaban sus posturas radicales.
Libre tiene que modificar el lenguaje extremo de alguno de sus dirigentes.
¿O sea que está en el punto que puede crecer o decrecer drásticamente? Sí, y creo que Libre debe mirar hacia las próximas elecciones para ser una revisión completa, incluso de sus estructuras internas.
Me llama la atención, porque reviso la película de que empiezan a aflorar en Libre los males, las malas prácticas que han caracterizado a los otros partidos, es en el sentido de las guerras intestinas, de las luchas por el poder, luchas que son a todas luces objeto de intereses personales y no necesariamente de posiciones ideológicas, y eso lo puede minar y cuando vaya a las próximas elecciones, que serán como el examen de recuperación, ahí tiene que demostrar si se quedó donde está o si tiene capacidad de crecer.
¿Estas luchas intestinas podrían tener origen porque dentro de Libre hay personas con ideologías distintas, gente de izquierda y liberales de derecha?
Es que Libre ha vendido la idea de que gira alrededor de un principio ideológico y de una idea firme que es la refundación del país, pero nosotros ya sentimos que internamente... la verdad es que le está pasando lo que le pasó a Unificación Democrática, un partido al que respeto mucho, pero Unificación Democrática fue creada bajo decreto y ahí convergieron una serie de sectores pequeños que no comulgaban ideológicamente, tenía rencillas dentro de la izquierda.
Pasó que un sector intelectual en Unificación Democrática fue “purgado”.
¿Pueden haber “purgas” en Libre? Eso puede pasar, ya usted está viendo diferencias.
Me llama poderosamente la atención que no el cien por ciento de los votantes votaron por doña Xiomara Castro (candidata por consenso de los cuatro movimientos), se supone que cuando hay una candidatura por consenso, el consenso es la opinión general.
¿Será que esa brecha de 7 u 8 por ciento que no votó por ella se puede ampliar?
¿Qué otro fenómeno se puede observar en Libre? Aquí pueden ocurrir un montón de cosas extraordinarias y una es el qué va a pasar con los liberales en resistencia (que se pasaron a Libre), una vez que el Partido Liberal tenga un candidato viable, atractiva, que inspire confianza, seriedad y sobre todo que respete el estado de derecho, ¿qué va a pasar con los liberales en resistencia? ¿va a poder Libre retenerlos?
¿Cree que los exliberales que tienen puesto de dirigencia en Libre tienen una formación ideológica de izquierda? No, yo creo que no... me parece que esa formación ideológica no la ha tenido don Manuel Zelaya, él fue formado en otro tipo de... es más, en su momento, según los mismos liberales, fue calificado dentro del partido al cual él perteneció como representante de los sectores más conservadores.