Honduras

Españoles han decidido transformar a Cerro Verde

El proyecto de agua potable y energía eléctrica está a punto de concluirse en el caserío con ayuda de los extranjeros.

22.03.2014

Las historias sobre Cerro Verde que escuchaba un grupo de españoles en la madre patria de parte de dos empleadas domésticas hondureñas les motivó para que decidieran visitar la comunidad.

Así es como inicia la relación de amistad entre los vecinos del caserío con el grupo de extranjeros, que les han prometido transformar el caserío.

Los visitantes llegaron hace más de un año a la comunidad, y desde ese momento dispusieron proponerle a los líderes comunitarios que les apoyarán con la mano de obra para ejecutar varias obras.

El grupo de españoles es liderado por Emilio García Conde y su esposa María Rodríguez, los que decidieron integrar la Fundación Cerro Verde en honor a la comunidad.

María Rodríguez, presidenta de la Fundación, dijo que al llegar a la comunidad se sorprendieron de las múltiples necesidades que presentaba la localidad.

Y es que los pobladores consumían agua sin tratar, pues la obtenían de afluentes cercanos, por lo que decidieron perforar dos pozos.

El proyecto para la apertura de los depósitos de agua de mayor calidad espera ser inaugurado luego que se concluya la instalación de las redes domiciliarias.

Rodríguez manifestó que de manera simultánea se ha desarrollado el proyecto de energía eléctrica, las líneas han sido trasladadas desde la comunidad de Agua Caliente, Linaca. Unos 2.5 kilómetros separan a ambas comunidades de forma estimada.

En la ruta se han instalado 46 postes donde se colocarán los cables para llevar el servicio público hasta las casas.

Para la ejecución del proyecto de energía eléctrica también fue necesario el apoyo económico de las autoridades de la comuna.

Los representantes del gobierno local se encargaron de los costos de llevar el tendido eléctrico hasta la entrada de la localidad y los miembros de la fundación española les ayudarán con la instalación en el interior de la comunidad. Otro de los proyectos que se contempla implementar en el caserío son los huertos familiares.

Becas

Los niños de la comunidad también han sido beneficiados con becas escolares, que consisten en la entrega de 3,000 lempiras al año para la compra de uniformes y útiles escolares.

Para los que egresen de la escuela y no tengan la oportunidad de ingresar a un instituto se les darán cursos sobre oficios con apoyo del Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop).

Gestores

La fundación cuenta con 11 integrantes voluntarios, los que gestionan donaciones de empresas privadas e instituciones bancarias en España.

La inversión estimada en la comunidad será de 120,000 euros, equivalentes a unos 3.4 millones de lempiras.

Las obras se encuentran en un 50 por ciento de ejecución.

Según Julián Amador, beneficiado, dijo que Dios nunca se olvida de personas pobres como los de la comunidad.

“Nosotros para tener el agua potable teníamos que acarrearla desde un kilómetro, pero con el proyecto el líquido nos llegará hasta nuestras casas”, manifestó.

El entrevistado es el padre de Alba Luz Amador y Angélica María Amador, las hondureñas que con sus relatos sobre las necesidades que presenta su comunidad de origen facilitaron los cambios en el caserío.

Las hermanas continúan fuera de las fronteras patrias, pero, según sus parientes, continúan esforzándose en sus labores para a su vez enviarles ayudas económicas.

El caserío cuenta con 94 casas donde habitan unas 120 familias.

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