La dirigencia magisterial se quedó ayer esperando al ministro de Educación, Marlon Escoto, para reanudar el diálogo entre ambos sectores, pero este nunca apareció.
Eso generó malestar en la dirigencia y cuestionó el poco interés del ministro para buscar una solución a los diferentes puntos que han agudizado la crisis en el sistema educativo nacional.
Entre tanto, el ministro alegó que una de las condiciones para reanudar el diálogo era que la dirigencia enviara por e-mail los puntos a debatir previo al encuentro, pero “nunca recibimos las propuestas”.
La dirigencia puso en tela de juicio la seriedad de Escoto porque él mismo les envió “un mensajito” por celular para que acudieran a las instalaciones del Instituto de Investigación y Capacitación Educativa (Inice).
El encuentro estaba pactado para las 8:00 de la mañana. El ministro nunca llegó.
Luego de la mediación de Daniel Durón, secretario general de la Central General de Trabajadores (CGT), ambas partes decidieron sentarse hoy en la mesa de diálogo.
Dimes y diretes
Pero previo a la decisión de dialogar, este día hubo una serie de acusaciones entre ambos sectores.
Edwin Oliva, presidente del Colegio Profesional Superación Magisterial Hondureño (Colprosumah), pidió al pueblo hondureño conocer a los funcionarios que “no tienen compromiso ni con el magisterio ni con los educadores ni con la educación”, en franca referencia a Escoto.
Cuestionó que la postura del ministro “es reiterada... Nos convocaron hace dos semanas a una reunión a Casa Presidencial y la desconvocó y luego nos convocó para hoy (ayer) a las 8:00 AM en el Inice y no se presentó”.
Oliva argumentó que “es mentira” que el ministro no tiene la agenda a tratar, ni las propuestas del magisterio.
“Le presentamos la propuesta desde marzo... el 5 de junio le presentamos además dos anteproyectos de decreto sobre uno de los puntos de esa agenda, relacionados al Decreto de Emergencia, ya tenemos más de 4 meses y somos nosotros los que no hemos recibido respuesta”, detalló.
Sobre esas acusaciones, el ministro Escoto declaró que “conocemos todos el discurso, eso es normal, pero no vamos a asistir a reuniones donde tengamos que repetir las mismas cosas, escuchar los mismos pronunciamientos”.
Las demandas y la crisis
Los maestros vienen exigiendo desde el inicio de año que se cancele la deuda de 141 millones que se tiene con miles de docentes a quienes se les debe salario desde hace dos años y medio.
También han exigido la derogación de la Ley del Inprema, Ley Fundamental de Educación y del Decreto de Emergencia que aprobó el año anterior el exministro Alejandro Ventura.
La falta de respuesta a sus demandas ha generado malestar en la dirigencia magisterial, por lo que desde el mes de agosto comenzaron a agudizar sus medidas de presión.
Los maestros abandonaron las aulas de clases y realizaron asambleas informativas acompañadas de protestas.
La Secretaría de Educación contabiliza, durante este año lectivo, la pérdida de unos 15 días de clases, en promedio.
Debido a eso, la Secretaría de Educación amplió el año lectivo hasta el 21 de diciembre, lo que vino a generar más roces con la dirigencia, que ha advertido que las clases se terminan el 30 de noviembre.
Educación también hizo la deducción de salario a unos 2,050 profesores que se ausentaron de las aulas durante el mes de agosto, por uno y dos días, y otros 300 están en peligro de ser despedidos por no asistir a dar clases por más de tres días.
