Más de 400 empleados de la Secretaría de Salud se tomaron este miércoles las instalaciones de la institución en el centro de Tegucigalpa, para exigir el pago de salarios atrasados y diversos bonos.
Los manifestantes bloquearon por la mañana la entrada principal de Salud, impidiendo el ingreso y salida de los trabajadores y personas que visitaban la dependencia.
Asimismo, obstruyeron el tráfico vehicular rumbo al barrio Abajo, a la altura del edificio administrativo.
Los protestantes exigieron al ministro Salvador Pineda que cancele los sueldos atrasados a cientos de empleados, así como bonos para zapatos, uniformes y el de riesgo laboral.
Los plantones y manifestaciones de los empleados de Salud comenzaron a mediados de septiembre,
cuando empleados por contrato urgieron a las autoridades los pagos pendientes.
En los últimos días, las medidas de presión se han incrementado, al punto que el Colegio Médico de Honduras (CMH) convocó a sus agremiados a una asamblea informativa, en la que discutieron otras acciones.
A los galenos se unieron las auxiliares de enfermería,
quienes reclamaron el pago de salarios al personal por contrato que trabaja en zonas distantes, la definición de la situación laboral de los técnicos en enfermería, así como el traslado inmediato de las cuotas al Instituto de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados Públicos (Injupem) y al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Las amenazas de paralización han estado a la orden del día, al punto de que los empleados acorralaron a las autoridades sanitarias, que prometieron cancelar la deuda esta semana.
Pineda manifestó que, al tomar las riendas de la Secretaría de Salud, recibió deudas atrasadas que hasta el momento no han podido ser saldadas, aunque aseguró que ya se encontraba gestionando los fondos.
De acuerdo al funcionario, se priorizará el pago a los empleados del hospital Santa Rosita y de la región Metropolitana.
