Tegucigalpa, Honduras.- Es el décimo segundo proceso electoral desde que Honduras, como Estado, regresó al orden democrático, después de décadas sumergido en dictaduras, gobiernos militares y golpes de Estado.
Pero además de eso, serán, quizás, las elecciones generales más vigiladas por propios y extraños, en comparación a las 11 anteriores; la comunidad internacional ha tenido, en los últimos meses, un interés especial en el desarrollo de los próximos comicios.
Es precisamente la comunidad internacional, mediante diferentes organismos de reconocida notoriedad, como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE), quienes han puesto bajo la lupa el proceso electoral hondureño; lo que ha marcado víspera al 30 de noviembre sería el argumento de tanto interés.
Tampoco se puede dejar de lado el accionar proclive de la primera potencia del mundo, los Estados Unidos, cuyo gobierno, mediante el Departamento de Estado, algunos de los congresistas de la Cámara de Representantes y el propio mandatario Donald Trump, han puesto de manifiesto el estar con los ojos puestos en la gesta electoral hondureña.
¿Porqué tanto interés?
Pero, ¿qué es lo que despierta tanto el interés de la comunidad internacional en el bienestar del proceso electoral hondureño? El desarrollo convulso y confrontativo de las campañas proselitistas, los rumores cada vez más frecuentes de un potencial fraude electoral y el desconocimiento de los resultados, en especial de parte del oficialismo, encendieron las alarmas de la comunidad internacional, desde meses antes de las elecciones.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), en vista de la experiencia dejada por las elecciones primarias e internas, decidió solicitar a la Organización de Estados Americanos (OEA), enviase una Misión para observar el proceso electoral hondureño.
El 27 de julio del presente año, la Misión de Observación Electoral (MOE) llegó a nuestro país para sostener las primeras reuniones con distintos actores políticos, autoridades de gobierno y con los consejeros del CNE, para tener las primeras mediciones de lo que sería este proceso eleccionario.
Tres días después de estar en el país, la MOE hizo un llamado a que se garantizara la plena independencia y autonomía de las autoridades electorales con el fin de que puedan enfocarse en el trabajo técnico e invitó a los actores a moderar el tono del discurso político.
Pero fue el 4 de noviembre que la MOE volvió a pronunciarse, esta vez con una advertencia más directa. La MOE/OEA "expresa su preocupación ante las acciones anunciadas por el Ministerio Público que debilitan la autonomía de las autoridades electorales. En tal sentido, la protección de su integridad personal y la de sus familias es una tarea central de las autoridades del Estado y condición necesaria para un proceso democrático".
¿Qué dicen los expertos?
Olban Valladares, excandidato a la presidencia de la República y analista político, es del criterio de que "el mundo ha entrado en una nueva onda. Hay cambios sustanciales a nivel político tanto en América del Sur como lo que hubo en los Estados Unidos".
El trabajo de la UE
De igual manera, en respuesta a una invitación del gobierno de la República de Honduras y del Consejo Nacional Electoral (CNE), la Unión Europea ha desplegado una Misión de Observación Electoral (MOE/UE) para observar las elecciones generales del 30 de noviembre de 2025.
Esta es la cuarta ocasión en que la UE hará labores de observación en un proceso electoral en Honduras: las anteriores misiones fueron enviadas para las elecciones generales de 2013, 2017 y 2021.
Sus primeros emisarios llegaron a mediados del mes de octubre del presente año, pero fue hasta el 28 de ese mismo mes que sus observadores a largo plazo fueron distribuidos en los 18 departamentos del país.
En ese momento fueron 32 los observadores de la UE los que se diseminaron en todo el territorio hondureño, iniciaron trabajos para tener un contacto directo con las autoridades locales de los municipios, partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, con el objetivo de evaluar de manera integral el desarrollo del proceso electoral.
Uno de los objetivos de los observadores de la Unión Europea, es evaluar aspectos relacionados con el proceso, incluyendo la infraestructura educativa, el acceso a la conectividad y la calidad de los servicios de comunicación.