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EEUU: Nuestras fronteras no están abiertas a la inmigración ilegal

La dura advertencia fue lanzada por Jeh Johnson, secretario de Seguridad Nacional de ese país, a través de un comunicado.

23.02.2016

Washington, Estados Unidos
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos advirtió este martes que 'nuestras fronteras no están abiertas a la inmigración ilegal' y todo documentado que agote el proceso 'debe ser repatriado'.

La dura advertencia fue lanzada por Jeh Johnson, secretario de Seguridad Nacional de ese país, a través de un comunicado que repasa la política de migración y los últimos acontecimientos asociados al tema.

Por su importancia, publicamos el comunicado íntegro:
'Nuestras fronteras no están abiertas a la inmigración ilegal. Si alguien es capturado cruzando nuestra frontera ilegalmente, un tribunal de inmigración ordena su remoción, no tiene apelaciones pendientes y no reúne los requisitos para el asilo o algún otro reclamo humanitario bajo nuestras leyes, debe ser repatriado.

Nuestra política de control de inmigración se centra en la seguridad pública y la seguridad fronteriza. Estamos enfocados principalmente en la remoción de aquellas personas con condenas criminales y personas que representan amenazas a la seguridad pública, así como de las personas que son detenidas en la frontera. Esta ha sido nuestra política constante desde que el presidente Obama y yo la anunciamos en noviembre de 2014, y no ha cambiado.

En concordancia con estas prioridades, el mes pasado la oficina de Control de Inmigración y Aduanas de EE.UU. inició operaciones enfocadas en remover a las familias que fueron detenidas al cruzar la frontera ilegalmente después del 1 de enero de 2014, tienen una orden de deportación final emitida por la corte de inmigración y no tienen recursos pendientes o solicitudes de asilo o algún otro reclamo humanitario. Como somos una nación de leyes y debemos asegurar nuestras fronteras, este tipo de operaciones seguirán sucediendo.

Mientras tanto, nuestros recursos para la aplicación de las leyes de inmigración no se utilizaran en deportar a aquellos que no han cometido delitos graves, que han estado en los Estados Unidos país desde hace años y tienen familia allá. De acuerdo con nuestra política, estas personas no son prioridades para la deportación.

También es cierto que al hacer cumplir las leyes de inmigración nuestro personal, excepto en circunstancias de emergencia, no arrestará a una persona en un lugar de culto, una escuela, un hospital o un consultorio médico u otro lugar delicado.

El viaje a los Estados Unidos en manos de criminales traficantes de personas puede ser muy peligroso. Después de cobrar grandes cantidades de dinero, los contrabandistas pueden aprovecharse de los padres y de los niños y ponerlos en riesgo de daño físico, abuso sexual y explotación. Los contrabandistas también pueden exigir dinero adicional una vez que los niños están en los EE.UU. antes de liberarlos.

Como parte de nuestro renovado esfuerzo para asegurar nuestra frontera, estamos trabajando con el Departamento de Justicia para redoblar nuestros esfuerzos para encontrar y procesar a los traficantes criminales que se aprovechan de las familias.

Poner las vidas de sus seres queridos en manos de contrabandistas criminales no es la única opción. Reconocemos que algunas personas en América Central tienen razones legítimas para pedir refugio. Nuestro Secretario de Estado, John Kerry, ha anunciado recientemente que estamos ampliando nuestro Programa de Admisión de Refugiados para ayudar a los hombres, las mujeres y los niños vulnerables en Centroamérica a que encuentren refugio en los Estados Unidos a través de un proceso seguro, legal y ordenado.

El gobierno de EE.UU. está trabajando con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y con organizaciones no gubernamentales en América Central para implementar estos cambios tan pronto como sea posible. Este programa sólo estaría disponible para aquellos que buscan la condición de refugiados estando en la región centroamericana, no para quienes ya están en los Estados Unidos.

Nuestra política es clara: vamos a seguir haciendo cumplir las leyes de inmigración y asegurando nuestras fronteras. Al mismo tiempo, vamos a ofrecer a ciertas personas vulnerables en Centroamérica alternativas seguras y legales al peligroso viaje al norte y la oportunidad de solicitar la condición de refugiado'.