Tegucigalpa, Honduras.- El Partido Democracia Cristiana (DC) atraviesa uno de los momentos más difíciles en su historia reciente, luego de que se detectara una grave crisis financiera al interior de su estructura administrativa.
La nueva dirigencia se encontró con un saldo en su cuenta bancaria de apenas ocho lempiras, una situación alarmante considerando los fondos que esta institución política ha manejado en años anteriores gracias a sus ingresos.
Además del saldo casi nulo en sus cuentas, la organización política enfrenta deudas considerables, entre ellas una obligación con el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) que supera el millón de lempiras.
A esto se suman pagos pendientes de salarios para su personal administrativo, incluyendo al conductor, vigilante y secretaria, cuya mora asciende a más de 400,000 lempiras.
Uno de los hallazgos más preocupantes es la hipoteca sobre la sede del partido, cuyo compromiso financiero presenta cuatro meses de atraso.
Esta situación no solo representa un riesgo patrimonial para la DC, sino que también refleja un manejo deficiente de sus recursos en los últimos años.
El panorama es aún más complejo debido a la carencia de una estructura interna funcional.
Actualmente, el partido carece de un censo actualizado de su militancia, no posee sistemas de cómputo operativos y enfrenta un rezago tecnológico considerable, lo cual limita su capacidad de organización y comunicación territorial en una era en la que la digitalización es esencial para la competitividad política.
Esta crisis ha obligado a la dirigencia a plantear una reingeniería administrativa profunda. El objetivo es diseñar un nuevo plan de trabajo territorial que permita reactivar la fuerza política del partido y reconstruir su presencia a nivel nacional.
A pesar del momento adverso, el partido cuenta con un legado significativo en la historia política de Honduras. En varias elecciones ha logrado representación en el Congreso Nacional, alcaldías, regidurías y el Parlamento Centroamericano.
En medio de este proceso, el partido enfrenta el reto de recuperar la confianza de su militancia y demostrar que es posible superar una etapa marcada por la mala administración.
Además, se anunció que depende de los resultados que demuestre una auditoria, se tomarán las medidas necesarias para aclarar la dura situación que atraviesa la DC.