Cuando renunció a su trabajo en el área de Bienestar Social, una dependencia de la secretaría de Seguridad, Blanca Lorena Hernández Fortín (57) jamás se imaginó que en medio de una gran adversidad encontraría una gran empresa que hoy es exitosa.
Todo comenzó hace aproximadamente una década, cuando los médicos le diagnosticaron a su hija menor, de su mismo nombre, un tumor en el lado derecho de su cabeza. La noticia la devastó y le cambió por completo su vida y la de toda su familia, conformada por dos hijos más.
Entre los cambios que realizó, además de renunciar a su trabajo, Blanca se dedicó por completo al tratamiento de su hija, al cuidado de su otro hijo, Arnaldo Colindres y al de sus nietos Katherine, Angélica, Josué y Bianca.
Esta nueva prueba no fue sencilla, pero su valentía fue el ingrediente principal que llevó a fortalecer su fe. Fue así que Blanca, entre tantas vicisitudes y viéndose sin el ingreso periódico que le permitiera suplir el sustento de la familia, retomó una vieja costumbre que poco a poco se ha convertido en una demostración artística y en su pequeña empresa familiar.
Deseo
Recordando que cuando era niña disfrutaba dibujar, arte que por falta de apoyo descontinuó, comenzó poco a poco a plasmar sus ideas en piezas de papel que luego transformaba en adornos.
Su arte la llevó a realizar pequeñas muñecas en foami, diademas que luego las niñas pueden utilizar para adornar su cabello, adornos para el hogar en variedad de colores, formas y tamaños, entre otros artículos finamente diseñados.
Así fue formando su pequeña empresa. Al inicio contó con el apoyo de amigos, familiares y conocidos, quienes compraban lo que sus manos realizaban cada día. Se ha transformado en una pequeña empresa familiar que le ayuda al sostenimiento de su familia.
Blanca ha participado en varias ferias artesanales, hasta donde lleva sus productos, que son adquiridos por los clientes, quienes demuestran su satisfacción.
La adversidad ha llevado a esta hondureña a desarrollar un talento por mucho tiempo escondido, y gracias a ello su familia ha logrado estabilizarse
“Mi hija ya no está conmigo, ella falleció de 34 años y antes de caer en las garras de esta penosa enfermedad se desenvolvía perfectamente en Visión Mundial. Un día a la hora del almuerzo ella convulsionó y desde ahí nunca volvió a ser la misma, pero sé que desde el cielo nos cuida”, reconoció doña Blanca, sin dudar por un tan solo segundo que el éxito de su empresa es gracias al ángel que la cuida desde el cielo.
Ventas
A las personas que deseen hacer pedidos pueden llamar al 98540671 o al 22219298.
