San Pedro Sula, Honduras.-La nueva modalidad de estafa llegó a Honduras: venta de billetes falsos a altos precios.
Probablemente, ya haya usado un billete falsificado y, sin saberlo, esto se debe a la alta calidad con la que son elaborados estos billetes.
Estos billetes son conocidos en el bajo mundo como G5, un nombre que hace alusión a la tecnología de quinta generación “por su alta calidad”.
Los G5 son ofrecidos abiertamente en redes sociales como TikTok y Facebook, por redes de contactos de WhatsApp y grupos de Telegram, donde con solo generar una conversación se recibe toda la forma de cómo distribuirlos y adquirirlos.
Con el fin de demostrar la facilidad con la que son adquiridos los billetes falsificados y en aras de alertar a la ciudadanía, La Prensa Premium decidió comprar varios billetes haciendo contactos con decenas de compradores que compiten ofreciendo calidad, discreción, garantía, así como las recomendaciones para no ser detectado durante una compra.
El término para los “billetes G5” proviene de países como México, Ecuador y vecinos como Guatemala, donde han cobrado notoriedad por su calidad y lo difícil de detectarlos, en comparación con los billetes reales.
¿Cómo se realizó la compra?
Durante la investigación se descubrió que los billetes G5 se ofrecen en grandes cantidades y en denominaciones de L500, L200, L100 y hasta de 50 lempiras.
Esta situación alertó sobre las posibles pérdidas que ya están enfrentando muchos hondureños por el uso de estos billetes.
La alerta para esta investigación se originó en mayo, cuando en la red social TikTok comenzaron a promocionar la venta de los billetes falsos con distintas modalidades de entrega.
Algunas resultan creíbles; otras, en cambio, son claras estafas donde los interesados transfieren el dinero sin recibir nada a cambio.
En varias cuentas de Tik Tok escribimos “me interesa”, “información” o “cómo los obtengo”.
Casi de inmediato llegaban los mensajes de respuestas enviando videos en los que nos mostraban los fajos de billete de L500 o L200.
Algunas cuentas enviaban las mismas fotografías de los fajos de billetes, lo cual nos creó sospechas de que podría tratarse de una estafa.
Aun así siguió la búsqueda con otros supuestos comerciantes. Tras varios intercambios en Tik Tok, algunos vendedores compartieron sus números de WhatsApp para coordinar una entrega directa.
¿Cómo se negoció?
Durante una conversación sostenida por redes sociales, el vendedor advirtió que los billetes no debían usarse en bancos, pero sí en tiendas o depósitos en agentes. Aseguró que sus clientes los habían utilizado para adquirir productos como iPhones, lo que buscaba reforzar la confianza en la circulación del dinero falsificado.
Los precios variaban según la cantidad adquirida: por 2,600 lempiras se ofrecían 5,000 en billetes G5; por 3,100 lempiras, 6,000 G5; y así sucesivamente hasta llegar a los 10,000 G5 por 5,100 lempiras. El vendedor mencionó que solo aceptaba pagos mediante transferencia, lo que generó desconfianza en algunos interesados que preferían una entrega directa para evitar dejar rastro o caer en posibles estafas.
En otra negociación, un segundo comprador contactó al mismo proveedor y acordaron una entrega en la terminal de San Pedro Sula (SPS). Aunque inicialmente el precio era de 2,600 lempiras por 5,000 G5, se negoció una rebaja alegando haber visto precios menores en otros lugares. El vendedor accedió a dejarlo en 2,500 lempiras, justificando la reducción como parte de otra entrega ya programada. A lo largo de las conversaciones, el vendedor insistió en la calidad de los billetes y en que su servicio era “seguro”.
Entrega
La entrega de billetes falsos fue documentada en el estacionamiento público, tras coordinar previamente con el proveedor. El encuentro, que duró apenas cuatro minutos, fue registrado desde distintos ángulos por dos equipos que se habían preparado para captar el momento exacto de la transacción.
El comprador entregó L2,500 a cambio de 25 billetes falsos de L200, los cuales venían dentro de una bolsa plástica roja, tal como lo había mostrado el vendedor en una fotografía enviada previamente. Sin mostrar nerviosismo, el joven que entregó el paquete, saludó al comprador y recibió el dinero sin revisarlo, aunque este le ofreció la posibilidad de verificar su autenticidad.
El vendedor recomendó manipular los billetes para desgastarlos y hacerlos pasar como usados, además de mezclarlos con dinero auténtico al momento de usarlos, especialmente en gasolineras, pulperías y comercios pequeños. Tras horas de tener el dinero en manos, el equipo de EH Plus constató cómo su apariencia lograba engañar fácilmente, explicando así por qué muchas personas terminan cayendo en esta práctica fraudulenta.