Tegucigalpa, Honduras.- Desde junio, los casos de covid-19 e influenza han comenzado a generar alarma en los centros asistenciales del país, siendo julio el mes en el que se ha registrado el mayor repunte en el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, en la zona norte de Honduras.
En tan solo 22 días de julio, se han confirmado 57 nuevos casos de covid-19 mediante pruebas de laboratorio, según detalló el doctor Gabriel Paredes, director del hospital.
Entre los afectados también hay menores de edad. Actualmente, seis personas permanecen hospitalizadas, entre ellas dos niños, quienes están ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos.
Paredes indicó que cinco de los seis pacientes dependen de oxígeno para respirar. Cuatro de ellos son adultos: dos mujeres y dos hombres.
“En lo que va del mes de julio, 57 personas han dado positivo”, precisó Paredes. Añadió que, en total, durante este año se han diagnosticado 94 pacientes con covid-19 en ese centro hospitalario.
“Solo julio representa más de la mitad de los casos del año. Vamos en alza, lo que significa que, si no tomamos medidas, esto puede desbordarse aún más”, advirtió el galeno.
Nueva subvariante
Las autoridades de la Secretaría de Salud (Sesal) han confirmado que en el país circula una nueva subvariante de la variante Ómicron del covid-19.
“Frankenstein” es el nombre con el que se ha identificado esta subvariante, que según las autoridades es responsable del 36 % de los contagios registrados en las últimas semanas. Una de sus principales características es la facilidad con la que se propaga.
El doctor Lorenzo Pavón, jefe de la Unidad de Vigilancia de la Sesal, indicó que el virus pudo haber ingresado al país de forma importada, es decir, a través de una persona que lo portaba al momento de su ingreso a Honduras.