La Secretaría de Salud Pública recordó este jueves a la población que Honduras se mantiene en alerta ante posibles brotes de sarampión, luego de que se reportaron más de 85 casos en Ecuador.
La directora del Programa Ampliado de Inmunizaciones de Salud Pública, Berenice Molina, explicó que la alerta se mantiene desde que fue emitida en mayo pero que ha sido reforzada debido a los reportes de la enfermedad en Ecuador.
El último caso de sarampión reportado en Honduras fue en 1997, según datos de la Secretaría de Salud, por lo que ahora buscan evitar que los hondureños no vacunados contraigan la enfermedad que se caracteriza por la aparición de erupciones en la piel, manchas rojizas de la cara hacia el tronco, fiebre, rinorrea, tos y conjuntivitis.
Molina explica que toda persona que presente estos signos y síntomas debe demandar 'atención de manera inmediata en cualquiera establecimiento de salud público, privado o de seguridad social, para evitar complicaciones'.
También explicó que la Secretaría de Salud Pública busca evitar el contagio por medio de la aplicación de la vacuna SRP (Sarampión-Rubeola-Paperas) a niños de 12 meses y adultos no vacunados.
'La Secretaría de Salud está exhortando a toda la población que no esta vacunada contra el sarampión y la rubeola, aunque sean adultos, que demanden la vacuna en los establecimientos de salud a fin de protegerlos', declaró Molina.
Además, aseguró a los hondureños que cuentan con suficientes vacunas para los niños y la población adulta aún sin vacunar.
'La vigilancia es permanente. A la fecha hemos investigado 56 casos sospechosos de sarampión; sin embargo, hacemos un llamado al gremio médico del sector privado, de la seguridad social y la red pública, que por ley están obligados a notificar de manera inmediata e investigar todo caso sospechoso sarampión-rubeola', advirtió la galena.
La alerta fue emitida a inicios de este año luego que se reportaran brotes en varios países europeos, causando preocupación a la Organización Mundial de Salud (OMS), que desde la implementación extendida de la vacuna ha provocado la disminución drástica de los brotes en países desarrollados y en vías de desarrollo.
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