Pruebas de corrupción
El personal de Aguas de Choluteca ha iniciado una nueva jornada para identificar a los abonados que cuentan con pegues clandestinos.
En la comunidad se han encontrado unas 1,200 conexiones directas, las que representan una pérdida para la institución prestadora del servicio de agua potable.
En algunas zonas se ha logrado constatar que mantienen hasta cuatro viviendas con un solo pegue.
Óscar Arias, encargado de los operativos, dijo que los pegues ilegales fueron identificados con el plan de reordenamiento territorial de los abonados con que cuenta la institución.
El reordenamiento consiste en ubicar a los abonados según la zona y utilidad que le den a las propiedades, es decir que si antes pertenecía a la clase residencial, pero ahora está en la categoría de comercial, debe cancelar la cuota según su área actual.
Arias, explicó que los barrios donde se ha realizado el operativo son el barrio Cabañas, La Libertad, El Centro y Guadalupe; que ahora se han convertido en zonas comerciales.
Este trabajo se ha realizado desde hace varios meses de acuerdo con el personal de Aguas de Choluteca.
La institución prestadora del servicio de agua cuenta con 13,600 abonados. Los operativos continuarán, de acuerdo con Arias, hasta lograr actualizar la base de datos. En el casco urbano de la sultana del sur residen unos 130 mil habitantes, es decir, que en la actualidad decenas de abonados reciben el servicio sin cancelar la cuota mensual.
Potabilización
Para potabilizar el agua que consumen los pobladores de Choluteca se invierten 300,000 mil lempiras mensuales según las autoridades de la institución que rectora el servicio. Los abonados cancelan 40 lempiras mensuales por el servicio de agua y el mismo valor por el servicio de alcantarillado sanitario. A causa del oneroso costo que representa la potabilización del agua, las autoridades del ente han estructurado un proyecto para presentarlo ante los ejecutivos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y así instalar paneles solares que generen la energía que se requiere para procesar el vital líquido.
