Tegucigalpa, Honduras.- La frontera de El Amatillo, ubicada en el municipio de Goascorán, Valle, es transformada con una millonaria inversión que busca modernizar este importante punto fronterizo para Honduras y El Salvador.
Así lo informó el director del Instituto Nacional de Migración, Wilson Paz, quien destacó la relevancia de esta obra que, según él, cambiará la historia de la movilidad terrestre en el sur del país.
“Estamos haciendo una inversión cercana a los 25 millones de lempiras entre la obra y su supervisión. Es un proceso histórico”, expresó Paz, oriundo de la zona sur, al recordar que desde su infancia ha visto esta frontera operar bajo condiciones precarias.
“El Amatillo es el segundo punto más importante del país en tránsito de personas, solo después del aeropuerto Ramón Villeda Morales, y mueve más gente que Palmerola. Así de clave es”, enfatizó.
La nueva infraestructura contempla la construcción de dos salas diferenciadas para entradas y salidas, con capacidad para unas 200 personas, que podrán esperar cómodamente mientras realizan su control migratorio.
Ambas salas estarán climatizadas y equipadas con baños modernos, una exigencia recurrente de los viajeros que usan este paso.
“La gente ya no tendrá que esperar bajo el sol ni la lluvia. Tendremos instalaciones dignas, con aire acondicionado, sillas suficientes y servicios sanitarios de primer nivel. Eso es lo que merecen nuestros compatriotas y los extranjeros que cruzan por ahí”, declaró el titular de Migración.
Paz también recordó que el edificio actual está protegido como patrimonio cultural, por lo que fue necesario gestionar un permiso con el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH).
“Logramos una autorización para intervenir la estructura sin tocar el interior del edificio original. Ampliaremos por fuera y adaptaremos el interior para adecuarlo a las nuevas funciones”, explicó.
La obra ya se encuentra en ejecución y, según el cronograma de la constructora, se prevé su finalización en aproximadamente cuatro meses. Paz aseguró que ha dado instrucciones para que los trabajos avancen sin contratiempos y que El Amatillo esté pronto a la altura de los estándares internacionales.
El proyecto incluye también un diseño arquitectónico moderno, con recubrimiento aerodinámico y mayor personal para atención migratoria.
“He contratado más personal para que la atención sea ágil. Queremos que cada viajero sienta que en este gobierno se está transformando la experiencia fronteriza”, puntualizó.
“Quiero dejar una frontera completamente renovada, moderna y funcional. Esta es una deuda histórica con la zona sur y hoy, por fin, le estamos dando respuesta”, manifestó Paz.
Paso ágil
Además de la infraestructura física, uno de los avances más relevantes es la implementación de un sistema de paso ágil entre Honduras y El Salvador, similar al modelo Schengen en Europa.
“Estamos trabajando con el gobierno salvadoreño para que, si un hondureño hace su control migratorio de salida en El Amatillo, al ingresar a El Salvador ya no lo repita. Y viceversa. Esto reducirá tiempos y facilitará el flujo de personas”, detalló Paz.
El funcionario reveló que este acuerdo será formalizado mediante una firma legal entre ambos países y que actualmente se están realizando los trabajos técnicos para interconectar los sistemas migratorios de las dos naciones.
“Este es un paso importante hacia la modernización fronteriza. Nos pone a la altura del mundo moderno en términos de movilidad humana”, agregó.