Los legisladores novatos republicanos alineados en el Tea Party dieron un triste espectáculo al obligar el cierre parcial del gobierno estadounidense con la finalidad d presionar al recorte de gastos.
El mundo gozó de ver a la primera potencia mundial, capaz de desplazar miles de soldados en el mundo, cerrando sus parques, museos y oficinas porque no podía pagar a sus burócratas, incapaz de poner orden entre el gobierno y el Congreso en el mismísimo Washington, por peleas triviales que al final se saldó con victoria pírrica de la Casa Blanca.